María es un modelo de obediencia; daba ejemplo con su propia vida de las palabras que dirigió a los siervos en Caná: "Haced todo lo que os dijere (Jesús)".
Hay algo grandioso alrededor de María, la madre de Jesús, que trasciende el pensamiento religioso tradicional,. Que ella fuera un vaso privilegiado, escogida para llevar en su seno al Hijo de Dios, ya es en sí una maravilla, porque María participa en el milagro de la encarnación a un nivel que ningún otro ser humano puede comprender.
Claro que ella misma no reclamó entenderlo, sino sencillamente adoró a Dios, en reconocimiento humilde del fenómeno que envolvió su existencia:"Engrandece mi alma al Señor", exclamó ella (V. 46). A nosotros se nos hace difícil compenetrarnos con aquellos momentos desconcertantes por los que ella pasó 1) Cuando Simeón le profetizó que sufriría mental y emocionalmente (2.35); 2) cuando ella y José hablaron con Jesús después de que pensaron que estaba perdido en Jerusalén (2:49,50); 3) cuando Jesús la reprendió con suavidad en las bodas en Caná (Jn 2:4); 4)cuando Jesús, aparentemente, rechazó los esfuerzos de ella y de sus hermanos por ayudarle, si bien es cierto que éstos no comprendían muy bien en ese tiempo (Mt 12:46-50).
Estos ejemplos nos estimulan a entender que hay sabiduría en la perseverancia y en la obediencia de seguir las directivas básicas de Dios en nuestra vida, aun cuando los detalles del mecanismo que pone en acción su voluntad no sean lo suficientemente claros, y sí un poco desconcertantes.
María también nos brinda un ejemplo sobre el sendero que conduce a la voluntad de Dios. Ella pudo haberse elevado en su posición ante quienes veían a Jesús como lo que era -el Mesías-, pero en vez de eso:
1. Permaneció firme junto a Él en el camino hacia la cruz, en lugar de buscar protección para sí misma (Jn 19.25); y 2. Obedientemente se unió a los otros discípulos de Jesús en el Aposento alto, en espera de la venida del Espíritu Santo, como Jesús había mandado (Hch 1.14).
María es un modelo de respuesta obediente, al cumplir con su propia recomendación dada a los sirvientes en la boda en Caná. En esto tenemos un consejo para todas las épocas:
"Haced todo lo que os dijere" (Juan 2.5)
Freda Lindsay
En su amor y mi amor,
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas