Toda actitud, pensamiento o comportamiento, programa tu mente subconsciente. De ahí la importancia de la pregunta qué debes hacer: ¿Cómo me levanto en la mañana? ¿Qué hábitos estoy creando? ¿qué ideas o creencias estoy cimentando en mi mente al iniciar el día?
Muchos de nosotros programamos inconscientemente nuestra mente con mensajes negativos desde el instante en que nos despertamos. ¿Cómo? Aunque algunas personas se despiertan sin ninguna ayuda externa, lo cierto es que la gran mayoría prefiere asegurarse que se despertará con un reloj despertador que tiene el peculiar y poco apropiado botón de alarma y si meditamos en esto, una alarma suena cuando hay peligro: un robo, una emergencia, un incendio; esta es una palabra que evoca emociones negativas en la mente.
Recuerda que tu cerebro piensa en imágenes y que las palabras o ideas que le presentes, él las convierte y responde de acuerdo con lo que le entregas. Así que empieza cambiándole el nombre a la alarma del reloj, tal vez por el de "reloj de la oportunidad" porque así tendrás la opción psicológica de levantarte y crecer en un nuevo día.
La manera en que te levantas no sólo afecta el resto de tu día, sino que poco a poco reafirma el tipo de motivación dominante en tu vida. ¿Que significa esto? Que las personas siempre buscarán moverse hacia aquello que les pueda producir placer y alejarse de lo que les pueda producir dolor. Estos tipos de motivación, no sólo funcionan en direcciones opuestas, sino que producen resultados totalmente diferentes. Por ejemplo, si en la mañana cuando suena el despertador, le das al interruptor para que te deje dormir un poco más, y cuando vuelve a sonar y tu mente subconsciente te dice, "bueno, es hora de levantarte" y tal vez comience a mostrarte imágenes de las consecuencias negativas que pueden ocurrir si no te levantas ya. De tener que vestirte a la carrera o quizás no poder desayunar o tener que manejar con exceso de velocidad… pero tú dices, no….sólo 5 minuticos más y le vuelves a dar al botón. Y cinco minutos más tarde tu mente entra en estado de alerta y te dice: ´Tienes que levantarte ya, o si no llegarás tarde al trabajo y llega la imagen de tu jefe bravo llamándote la atención. O visualizas a tus clientes desesperados y furiosos por tu tardanza; pero te dices a ti mismo: No….hoy no hay tanto tráfico, me iré sin desayunar y así llegaré a tiempo, y te tomas otros cinco minutos.
Cuando suena nuevamente el despertador, tu mente que ha entrado en estado de ALARMA, literalmente, te dice: "Tienes que levantarte ya mismo o serás sancionado". Recuerda que ya has llegado tarde y si sigues así, con seguridad perderás el empleo, y cuando finalmente ves la imagen de tu jefe sancionándote o despidiéndote, te levantas porque esta imagen te muestra una realidad que puede potencialmente producir mucho dolor en tu vida y tu mente hará cuanto sea necesario para ayudarte a evitar ese dolor. Este es el tipo de personas para quienes la motivación dominante es el alejarse de aquello que le pueda producir dolor.
¿Cuál es el problema con este tipo de motivación? El problema es que si lo único que hace que te levantes son estas consecuencias negativas, y si esto se ha convertido en un hábito en ti, es muy posible que tu mente actúe de la misma manera en otras áreas de tu vida, porque este tipo de motivación que estás reafirmando todas las mañanas. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias?
Es posible que, aunque sepas que debes comunicarte más con tu pareja, no lo hagas sino hasta que presientas que tu pareja está a punto de dejarte. O es posible que te conviertas en el tipo de persona que no se preocupa de sus finanzas, hasta que estás a punto de caer en la bancarrota y entonces comienzas a hacer algo para alejar ese dolor asociado con la situación. O probablemente serás una de esas personas que no intentarás mejorar tu situación laboral o profesional hasta que tu trabajo no te resulte tan insoportable que eso te obligue a moverte. En otras palabras, te conviertes en ese estilo de persona que no se motiva a actuar hasta que la situación sea tan crítica que la posibilidad de experimentar altas dosis de dolor sea inminente. Vives entonces una vida reactiva. Si por el contrario, cuando suena el reloj de la oportunidad te levantas con entusiasmo y piensas en todo lo que vas a lograr este día y el placer que estos logros te producirán. Si te dices a ti mismo: "hoy es el mejor día de mi vida, hoy lograré todos los objetivos que me he propuesto", no sólo estarás empezando el día de la mejor manera sino que comenzarás a afianzar una motivación hacia aquello que pueda producirte placer, y buscando lo que deseas alcanzar. Esta es una manera más proactiva de vivir la vida.
De ahora en adelante cambia la manera en que te levantas. Haz algo distinto, algo que te permita crear el nivel de entusiasmo que necesitas para hacer de tu día un evento extraordinario. Cuando te despiertes, por ejemplo, di con entusiasmo: "Hoy es el mejor día de mi vida". Suena un tanto infantil, pero trátalo, ¿qué tienes que perder? Quiero que te lo imagines, , suena un poco absurdo, pero piensa en lo que vas a lograr. Primero, logras levantarte, que era lo que pretendías hacer cuando programaste el reloj despertador la noche anterior. Segundo, y más importante, estás empezando a tomar control de tu día, en lugar de permitir que el día tome control de ti. Vas a determinar la clase de día que deseas tener. No es el clima, ni las horas que dormiste, ni el tráfico que puedas encontrar camino a la oficina. No, tú tienes el control. Hazlo por una semana y comenzarás a notar los resultados de esta nueva actitud. Tienes mucho que ganar.
No existe mejor motivación, mejor manera de empezar el día, mejor alimento para el espíritu, que examinar nuestros sueños y metas y saber que este día que estamos a punto de comenzar nos puede llevar más cerca a la realización de esos sueños. Como afirma Norman Vincent Peale: " Cuando te levantas en la mañana tienes la posibilidad de escoger entre ser feliz o infeliz. Es tu decisión".
Autor Desconocido