La obligación con las futuras generaciones
SALMO 78
En cualquier momento estamos a solo una generación de ser una nación pagana.
Pensemos en lo que podría sucederle a nuestra nación si dejamos de compartir la
verdad acerca del Señor Jesús con nuestros hijos: la próxima generación viviría sin
fundamento bíblico.
Esta idea puede parecer extrema, pero nuestra historia reciente muestra una
tendencia inquietante. Hace años, países como los Estados Unidos fueron
fundados sobre principios bíblicos. Era común que las personas llevaran a sus
hijos a la iglesia y que leyeran la Biblia en casa. Pero, con el paso del tiempo,
nos volvimos ricos y atareados, y apartamos a un lado al Señor. Hoy día,
muchos niños asisten a escuelas donde Dios ni siquiera es mencionado, a no
ser que su nombre sea usado en vano.
Como vemos en el Salmo 78, se nos ha dado la orden de enseñar la verdad a
nuestros hijos. Lo hacemos siendo ejemplos de una vida devota, enseñando la
Palabra de Dios, y testificando de la provisión y guía del Padre celestial.
Nuestra obediencia acerca de la instrucción de los hijos determinará el futuro
carácter moral de ellos.
Todos los creyentes tenemos un papel importante que desempeñar en formar
a los niños en el camino correcto, desde los maestros de Escuela Dominical,
hasta los padres.
¿Tiene usted hijos, sobrinos o nietos? ¿O hay otros niños dentro de su círculo
de influencia? Piense en maneras de cómo enseñarles a andar con Cristo. No
hay tarea más importante o gratificante como el invertir en las vidas de las
futuras generaciones.
Charles F. Stanley
Dios considera que los padres tienen la responsabilidad de educar a sus
hijos e inculcarles una buena formación y actitudes correctas
Padres no exasperéis a vuestros hijos para que no se desalienten
(Col 3.21)
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos. sino
criadlos en disciplina y amonestación del Señor (Ef 6.4)
Se necesitan dos cosas para la apropiada enseñanza de los hijos:
Una actitud correcta y un funfamento correcto. Una atmósfera permeada
con critica destructiva, condenas, falsas expectativas, sarcasmo,
intimidación y temor, "provocará a ira al niño. en una atmósfera semejante
no se podrá ofrecer enseñanza sana alguna.
La alternativa positiva sería una atmósfera rica en ternura, entusiasmo,
afecto y amor. En una atmósfera así, los padres pueden edificar las vidas
de sus hijos sobre el precioso fundamento del conocimiento de Dios.
La futura generación es nuestra responsabilidad..
En Su amor y mi amor