No obstante, el envejecimiento no es un factor determinante en la impericia al volante. Muchos ancianos son excelentes chóferes, aunque está científicamente comprobado que los cambios relacionados con la edad en el cuerpo, afectan la habilidad de manejo.
Incluso individuos que tienen 20/20 de visión diurna, sufren el debilitamiento de su vista nocturna a la edad de cuarenta. Cuando los chóferes alcanzan los sesenta años, necesitan en la mayoría de los casos, tres veces la cantidad de luz que necesitaban a los 20, para manejar de noche con seguridad.
Cuando nosotros envejecemos, desarrollamos una artritis que retarda nuestros reflejos y nos hace más difícil el movimiento de cuello necesario para poder mirar por los espejos constantemente.
Muchos de los recursos físicos necesarios como una buena visión, audición, flexibilidad y reflejos, empiezan a deteriorarse seriamente alrededor de la edad de 55 años. A la edad de 75, el decaimiento se acelera. Casi un tercio de los mayores de 65, sufren una perdida auditiva más que significante, que se aumenta al 75% a los 75 años.
Los golpes, o enfermedades como el Alzheimer, pueden dañar la habilidad de un individuo mayor seriamente y revelar sus propias limitaciones. Y la importancia de la plenitud física, se basa en los resultados de algunos estudios, que dicen que en caso de accidente, tenemos sólo medio segundo para evitar la mayoría de los siniestros.
A 100 kilómetros por hora, un automóvil recorre la longitud de un campo de fútbol cada tres segundos. Los choferes que no pueden evaluar y responder rápidamente, pueden ponerse en peligro a sí mismos y a otros. A los 85 años, los conductores cuentan con menos recursos físicos, y las estadísticas de accidentes aumentan considerablemente.
Evaluando donde está el Problema
¿Su padre todavía es un conductor seguro? En realidad, no existe ninguna edad definida para dejar de manejar, y cada caso debe juzgarse individualmente. Por eso, para poder establecer ese límite con un criterio acertado, cada uno debe poder reconocer sus limitaciones, debe identificar la inseguridad, y debe educarse sobre las modificaciones que deban realizarse en su comportamiento arriba de un auto.
La siguiente es una lista de control útil que define algunos de los puntos de peligro que un chofer de edad avanzada, necesita considerar. Algunas de estas preguntas deberán ser contestadas por un pariente cercano o amigo y otras sólo podrán ser respondidas por la persona involucrada.
“¿Yo todavía puedo manejar bien a pesar de mi edad?"
Para averiguar, conteste las siguientes preguntas por sí o por no.
Preguntas
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A veces manejo sin abrocharme el cinturón de seguridad
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Me he hecho un examen de vista recientemente
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He tenido un accidente en los últimos seis meses
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Tomo medicamentos que pueden afectar mi concentración en el camino
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A veces vago en mis pensamientos mientras manejo
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Sufro convulsiones
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No respondo a las situaciones límites de trafico como la hacia antes
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He tenido al menos un ataque al corazón
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A veces bebo antes de salir al camino
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El trafico a veces me enoja
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A veces me siento confuso en las boca calles
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Me es difícil decidir cuando entrar al camino en una autopista con trafico
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A veces manejo estresado o bajo efecto de algún problema emocional
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A veces me olvido de donde hacia donde voy
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Me falta la respiración cuando manejo
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He experimentado periodos de sudor y mareos mientras conduzco
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Tengo un movimiento limitado en pies y brazos
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A veces manejo de noche y se me dificulta la visión
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Tengo diabetes o alguna enfermedad en el corazón
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Me olvido de leer las señales o mirar por el espejo antes de cambiar de carril
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Mis familiares están preocupados cuando manejo
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No siempre miro sobre mi hombro para ver en los puntos ciegos
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Si la respuesta a una o más de las preguntas anteriores es SÍ, deberá considerar la posibilidad de modificar su accionar o dejar de manejar, aunque sea de la misma manera.
¿Cómo se debe proceder y cuales son las opciones?
Primero: Busque las mejores maneras para tratar el tema
Alguien que ha manejado durante muchos años, será naturalmente renuente a dejar su licencia por cualquier razón. Para convencer a alguien en estos casos, siempre es mejor hacer preguntas antes que sugerencias:
-¿piensa que su visión está en condiciones óptimas?
-¿se asusta cuándo maneja?
¿no consideró nunca la posibilidad de dejar de manejar de noche?
¿el trafico lo pone nervioso?
¿le cuesta mucho mantener el auto?
¿le es difícil estacionar?
Pasos que usted puede tomar antes de llevarse las llaves
Los hijos, cuidadores, o amigos pueden ofrecer su ayuda: disminuya las necesidades de manejar: No tener que ir a un negocio para averiguar por algo (a través de Internet)
Utilice el delivery para servicios de comestibles hasta atención médica, servicios financieros que no requieren las visitas bancarias, como la factura automática, el debito automático, etc.
Reduzca su sentido de aislamiento: Aliéntelos a aprovechar el transporte que diferentes servicios ofrecen en el traslado a algún evento. Invite a los amigos y parientes a visitarlo regularmente.
Convenga en:
-que tome un curso de actualización de manejo
-que no maneje tanto
-que verifique su visión nocturna
-que no maneje en zonas de transito pesado
-que mire por los espejos más seguido y ensanche la visión del retrovisor
-que no maneje en condiciones climáticas complicadas
Como ejercicio de seguridad, también se recomienda que los chóferes de mayor edad guarden una distancia de frenado, con respecto al automóvil que tienen delante, de “tres segundos”. Esta medida puede tomarse contando "1001 ...1002 ...1003” desde que el móvil que lo precede pasa un punto fijo (árbol, poste, línea) hasta que un mismo lo pasa.
Hablar sobre el tema
La mayoría de los mayores se dan cuenta de sus limitaciones y se comprometen con su propia seguridad. El proceso tarda más o menos tiempo, según el nivel de comprensión del conductor y la persuasión del amigo o familiar que quiera convencerlo.
Es importante tener presente que la resistencia tiene un lado positivo. Indica que un conductor tiene verdadera confianza en si mismo y está determinado a mostrar todas sus condiciones, pero también a reconocer sus defectos. Estos individuos deben ser tratados con inteligencia, diplomacia y tacto. Recuerde siempre, que un poco de humor puede ser útil en la tarea.
¿Cómo llevarse las llaves?
La mayoría de los adultos se resignan a no manejar, sólo en casos de que vean que no hay otra opción, sobre todo si no están de acuerdo con la discusión planteada anteriormente. En pocos casos, renuncian inmediatamente a manejar, incluso en casos en que ya se han vuelto peligrosos.
En otros casos, cuando se llega a un límite extremo, puede ser necesario presentarse a la Dirección Vial para hacer que dejen de estar legalmente habilitados y evitar un peligro mayor, para él y para otros, presentando un informe de conductas y observaciones sobre su pericia, su licencia, y documentos.
La dirección no tomará una decisión dependiendo de la edad de manejo, sino que lo examinará según:
1. una prueba en el camino
2. una prueba escrita
3. un informe médico
4. un examen de visión
5. la cancelación de la licencia (qué requeriría un informe de conducta firmado por un médico)
6. cualquier combinación de lo anterior
Este caso debe considerarse sólo cuando se llega a un extremo. La decisión debe primero ser consensuada y los mejores resultados, se obtienen de la charla y la comprensión mutua.
TRANSPORTE ALTERNATIVO
Más allá de la restricción de manejo, una cosa debe suplantarse con otra. Al dejar de manejar debe comenzar a investigar sobre las mejores opciones de transporte posible. Las alternativas son:
-colectivos
-taxis
-remises
Siempre existen móviles contratados para diferentes eventos sociales y le podrán solucionar muy fácilmente el traslado, incluso permitiéndole ahorrar en gastos de seguro, patente, combustible y arreglos.
Por nuestra propia seguridad y la de los demás.Reflexionemos seriamente si aún podemos seguir manejando.