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General: LA LUZ SIEMPRE HAY QUE BUSCARLA
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: Agenda  (Mensaje original) Enviado: 19/08/2011 22:37
Alguien por ahí decía que muchas veces es el hecho de tomar consciencia de que algún día nos vamos a morir, el que lleva a un alma a revolucionarse,
porque comprende que a la tumba no puede llevarse ni todos sus bienes,
ni sus afectos
ni sus problemas,
ni nada.
Y yo creo que es así;
que si uno tomara consciencia de eso inmediatamente se esfumarían todos sus rencores, sus preocupaciones, sus conflictos, etc.,
porque comprendería la esencialidad de la vida misma.
Cuan necesario es tener la voluntad para aislarse en cada día aunque sea un instante de todos sus deberes y situaciones
(me refiero a aislarse internamente no físicamente)
y en ese fugaz despertar agradecerle a la vida por todo lo que tiene.
Es que para hacer eso no se necesita ni dinero, ni inteligencia, ni fuerza, ni siquiera tiempo.
Se necesita una cosa que casi nadie tiene.
Luz.


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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: Maomcr Enviado: 22/08/2011 13:36

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Gracie9087 Enviado: 22/08/2011 17:29

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: chaverito Enviado: 24/08/2011 15:04

Querida Agenda tu mensaje me recordó este otro que recibí en mi correo hace un tiempo y creo encontrar en el un complemento más a tu reflexión:

“Que algo se haya muerto no significa que estés muerto”.
Palabras más, palabras menos es una frase que extraje ayer viendo una película (una comedia con algo de drama donde un autor de libros de autoayuda escribe y da seminarios sobre cómo afrontar el dolor en situaciones de duelo). A medida que avanza el filme se observa cómo el mismo protagonista lucha para superar una gran pérdida.

“Que algo se haya muerto no significa que estés muerto”.  
Hay pérdidas que nos pueden marcar de un modo muy profundo.
Puede ser que algún ser querido ya no esté con nosotros. Un fallecimiento. Un viaje hacia tierras lejanas. Una ruptura en la relación. Ese ser que tanto queríamos hoy no está cerca de nosotros.
Quizá ya no disponemos del puesto de trabajo con el que nos identificamos toda la vida. ¿Cómo reubicarse, por ejemplo, luego de treinta años en la misma empresa? Un lugar, un rol, una tarea que nos definía, que marcaba nuestra identidad. Si hoy no estoy haciendo “eso”, ¿quién soy?

Y, sin darnos cuenta, con esa pérdida, con esa muerte… nos fuimos entregando a nuestra propia muerte. Sí, respiramos. Vamos. Venimos. Algunos disimulan su muerte. Otros aunque quisieran ni tendrían las fuerzas para ocultarla. Y también están los que encuentran un raro placer en el dolor y cada día de su vida se encargan de recordarles a los demás cuán muertos están.
No concebimos la vida con esta nueva realidad. Estuve a punto de corregir la palabra “concebimos” en la frase anterior, pero me detuve. Quizá en el fluir de mi escritura, casi sin darme cuenta, encontré un concepto: necesitamos concebir una nueva forma de vida. Por supuesto, Dios es quien da la vida y quien da las fuerzas. Pero nos ha dejado a Dios el poder de decisión: ¿Estamos dispuestos a concebir una nueva vida más allá de lo que hemos perdido?

Claro, es cierto, el enojo no siempre nos ayuda. Por momentos es enojo hacia los demás. Y luego ese sentimiento se vuelva hacia nosotros y nos señala cruelmente con el dedo para que ahora sintamos la culpa. ¿Sabes qué? Si no largamos todo ese enojo (sea hacia los demás o hacia nosotros mismos), estaremos complicados. El enojo se lleva muy bien con la “muerte”. Nunca entra en un combo con la vida. Son incompatibles. Por más que pongamos motivación, garra, actitud, entrega… con enojo/culpa seguiremos en el reino de la muerte.

Éste día lo hizo Dios. Tiene toda la potencialidad para ser un día con vida. Por alguna razón seguimos vivos, pero necesitamos tomar la decisión de “vivir como vivos”. Sé vivo. Vive como vivo. El amor puede ser más fuerte que nuestros temores o nuestros enojos. Amigo, hoy puedes volver a la vida. Deben existir personas a tu alrededor que están esperando tu retorno. Pido a Dios que te haga llegar su vida en abundancia al leer esta nota. El poder es de Dios. La decisión es tuya.

 un abrazo 



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