Perdido su amor… la joven cerró todo sentimiento pues la herida abierta en su corazón
ya no podría sanar… Se negó a todo pretendiente… Una tarde se internó en la selva,
entristecida, para dejarse morir…
.
Y así la encontraron unos cazadores que andaban por allí… muerta en medio de unos
yuyales. Al querer alzarla para llevar el cuerpo al pueblo, notaron, asombrados que de
sus brazos comenzaron a crecer ramas y que su cabeza se doblaba hacia el tronco. De
sus dedos florecieron flores blancas.
Los indios salieron aterrados hacia la aldea.
Unos días después, se internaron los cazadores y un grupo más al interior de la selva y
encontraron a la joven, que nada tenía de muchacha, sino que era un robusto árbol
cuyas flores blancas se habían tornado rosas. Comentan que esas flores blancas lo eran
por las lágrimas de la india derramadas por la partida de su amado y que se tornaban
rosas por la sangre derramada por el valiente guerrero.
(de la red d/a)