¿Qué significa la Navidad?
Por: ALFONSO LLANO ESCOBAR | S. J. | 7:44 p.m. | 03 de Diciembre del 2011
Alfonso Llano Escobar, S. J.
Para esta fecha se celebra, en casi todo el mundo, la Navidad. Solo que se le da diverso significado.
Para esta fecha se celebra, en casi todo el mundo, la Navidad. Solo que se le da diverso significado.
Para el hombre mundano, que vive sólo para el presente, la Navidad significa comercio, turismo, cuando no, parranda, juerga, diversión. Su lema es terreno: comamos y bebamos que mañana moriremos.
Para el cristiano, la Navidad es el nacimiento de Jesús, el hijo de María y de José, el Hijo de Dios.
Sí, Jesús es el hijo de una joven pareja judía, compuesta por una jovencita de apenas quince años y por un joven trabajador, de unos veinte años: felicitemos a esta pareja por su primogénito. Jesús nace en Belén, en una pesebrera, porque no hubo lugar para ellos en la posada común. Nace como pobre, al margen de los ricos, de la ciudad, del mundo. Nace discretamente, sin querer quitarle el puesto a nadie. Diríamos, metafóricamente, que nace o que entra al mundo de puntillas, sin hacer ruido, sin molestar a nadie. Nace Jesús. Silencio: ¡está naciendo Dios!
Pero bien, nace Jesús, motivo de alegría para todo aquel que piensa más allá de un plato de lentejas, nace de una forma singular que constituye toda una invitación a revisar nuestro tenor de vida. Su forma de nacer es una invitación a cambiar de valores: veamos en qué.
La Navidad cristiana significa, en el fondo, que Dios está con nosotros, que Dios se puso de nuestra parte y que viene a vivir con el hombre. "Em-manu-el", o Manuel, significa, precisamente, Dios-con-nosotros, Dios que se acerca lo más posible al hombre haciéndose uno de nosotros, poniéndose a nuestro lado, de nuestra parte. Nos viene a acompañar, a compartir nuestra vida, a enseñarnos a vivir como seres humanos, como hermanos, como amigos de Dios, como hijos del mismo y único Padre: Dios.
La Navidad cristiana significa que Dios se pone de parte del hombre. Que la causa de Dios no es la ley sino el hombre; la ley, nos enseñó este niño cuando se hizo adulto, es para el hombre, no el hombre para la ley, como querían los fariseos. Su nacimiento significa que la causa de Dios no es el culto sino el hombre. "Si al poner tu ofrenda sobre el altar caes en la cuenta de que ocultas en tu corazón un odio a tu hermano, deja la ofrenda sobre la mesa y ve a reconciliarte con él". Mt 5,23.
La Navidad cristiana significa que el amor que le debemos a Dios se lo debemos dar al hombre.
Navidad es una invitación de Dios a revisar y a cambiar nuestra escala de valores. A la luz de la Navidad, el hombre creyente no puede vivir para el dinero, para el lujo, para el turismo, para la fiesta, todas cosas buenas y agradables, pero secundarias. Navidad cristiana significa que el creyente debe anteponer a todos los valores y cosas a los seres humanos; que debe vivir para el hombre, para el hermano, para los demás.
Concretamente, vivir a la luz de la Navidad cristiana es una invitación de Dios a amar a los niños, a ver en todo niño la presencia de Dios. Es una invitación, no con palabras, sino con hechos, a amar a los pobres, a los sencillos, a los humildes, a aquellos ante quienes con frecuencia pasamos de largo, sin caer en la cuenta de que nos desviamos de Dios.
Mientras en Roma los ricos del Imperio nacen en cunas doradas y palacios de marfiles, el niño Dios en Belén nace en una pesebrera, rodeado de pastores y animales.
Navidad cristiana es una invitación a ver a Dios en los niños, en los pobres y los humildes; es una invitación a la fraternidad humana.
Estimados padres de familia: la Navidad es una invitación a celebrar en familia la novena de aguinaldos. Es una invitación a hacerse niños con los niños, sus hijos, para transmitirles los valores cristianos. No deje pasar la oportunidad.