Recuerdenme si me marcho
con ese callado modo
de andarse por la inocencia
que les conozco, que les conozco....
Recuerdenme , hijos mios
recuerdenme en el asombro,
recuerdenme en la alegría
con que vivimos , después de todo....
Recuerdenme en las menudas
palabras con que los nombro
y acaso en la transparencia
de lo celeste que fué tan hondo.
No quiero que me recuerden
en nada que sea penoso.
La vida es una tremenda
esperanza abierta frente a los ojos.
Recuerdenme en esa nana
que siempre sabía a poco.
Recuerdenme en las caricias
y en los enojos, en los enojos.
Acaso no pude amarlos mejor,
pero puse todo.
Les pido que me disculpen
lo desatenta que fuí a mi modo.
A ser madre no se puede
jamás aprender del todo
y ser hijo es tan dificil,
que casi siempre se duda el modo.
La vida se apura tanto
y tanto nos dura poco.
Lo bueno es que se comprenda
que nada debe intentarse solo.
Los versos que aquí les canto
no tienen más que un antojo
pedirles que me recuerden
cuando se miren unos a otros.
Letra: Teresa Parodi: "Recuérdenme"