Que el cajón de nuestra memoria siempre este lleno pero de cosas buenas, de aquellas que nos proporcionan alegría, aliento, esperanza y sobre todo mucha paz, porque si echamos mano a lo primero que encontremos nos puede traer consecuencias y no es lo más aconsejable, por tanto hagamos limpieza del cajón frecuentemente para no encontrar lo que no se debe.