Antes de que dediques un montón de energía a sentirte frustrado o contrariado, preocupado o enojado por algo, pregúntate esto.
Que hubiese sido de una u otra manera, dentro de cinco años,
¿tendrá alguna importancia?.
En lugar de convertir un granito de arena en una montaña,
tómate un momento para ponerlo en perspectiva.
Si dentro de unos días o semanas ya no tendría importancia, vale realmente la pena sentirse molesto?.
Concentrándote en las cosas pequeñas e insignificantes,
desvías tu tiempo y energía de lo realmente importante.
La vida es demasiado valiosa como para desperdiciar siquiera unos instantes, porque en cada de uno de ellos hay una invalorable oportunidad.
Piensa qué podrías hacer hoy, piensa en algo que produciría una diferencia positiva dentro de cinco, diez o veinte años.
Piensa en cómo puedes utilizar los momentos que tienes a tu alcance ahora mismo, de modo que siempre puedas recordarlos con
satisfacción y agradecimiento por las decisiones que has tomado.
Vive este día como algo especial porque lo es.
Sigue recordando enfocarte en lo que más importa,
dejando que todo lo demás fluya tranquilamente.
Haciéndolo, estarás creando valor que seguirá
estando siempre contigo.
( de mi correo )