No elejiste que yo naciera,
no sabías que en tu vida iba a estar
pero abriste tus brazos de par en par
para ser mi segunda mamá.
Y así te veo hoy, así te amo,
tus palabras han sido buenas consejeras
para alejar las tormentas y volverlas sólo pasajeras
para devolverme la calma.
Segunda mamá, que me escuchas,
que me tienes paciencia,
que inclinas tu oído a mi ignorancia,
y respondes con amor a mis preguntas.
Segunda mamá, que crees en mí,
en mi valor, en mis sueños, en mis metas
que siempre te muestras discreta
y que tienes toda mi confianza.
Segunda mamá, que me cuida,
que con atención escucha mis problemas,
haciéndome salir de mis dilemas,
ayudando a sanar muchas veces mis heridas.
Segunda mamá, mi madrina,
con quién siempre puedo contar,
que jamás me dejará de amar,
que siempre está allí como lluvia repentina.
Mi madrina, te quiero decir con estas frases
cuánto te amo y mucho agradecerte
porque es una gran bendición tenerte
y como mi mamá tú me abraces.
No elegí que tú fueras,
no sabía que en mi vida ibas a estar,
pero abro mi corazón de par en par,
y hoy te llamo Mi Segunda Mamá.