
LAS COMPUTADORAS Y UNA GRAN MUJER
He aquí una pregunta que se me hizo hace mucho tiempo, y que me dio pie a informar sobre una mujer extraordinaria, que es por desgracia bastante ignorada. De paso, aprovecho para rescatarla de la ceveteca, como acostumbro hacerlo los sábados:
“¿Por qué las computadoras son femeninas para nosotros, si en otros lugares son artículos masculinos (computador, ordenador)?
Confieso que ignoro a qué se debe la preferencia en cuanto a género al usar un país equis el femenino o el masculino para referirse a esta importante herramienta. De hecho, creo que “computador” está prácticamente en desuso, y ordenador es para uso casi exclusivo de los españoles. Imagino que se vincula con el hecho de que poco antes aparecieron las calculadoras, que siempre han sido femeninas, y por extensión apareció el término “computadora”. Pero eso es simplemente desplazar el problema, porque al fin y al cabo: porque le llamamos “calculadora” y no calculador.
Pero debo decir que la historia apoya, por decirlo así, la versión de que las computadoras son, más bien, femeninas
El primer lenguaje de programación, ADA, lleva este nombre en honor a Ada King, la primera persona reconocida como programadora de computadoras del mundo, ya que ella fue quien se hizo cargo del análisis y desarrollo de todo el trabajo del inventor Charles Babbage y la programación de todos los cálculos en procesarse. Dicho de otro modo, toda computadora en el mundo “piensa” teniendo como base los cálculos realizados por esta extraordinaria mujer. Las “mentes” de las computadoras han sido diseñadas partiendo de un modelo creado por una dama.
Ada King fue hija del famoso poeta Lord Byron y Anabella Milbanke Byron. Sus padres se separaron teniendo ella solo 2 meses de edad, y a él nunca llegó a conocerlo personalmente. En 1835 se casó con William King octavo varón de King y en 1838 adquirió el título de Condesa de Lovelace. Su primera publicación fue una traducción y análisis de un ensayo escrito por un matemático sobre la computadora de Babbage, o como él llamó, El motor Analítico.
Falleció en 1852, a los 37 años.