JUDÍOS Y ÁRABES… ¿POR QUÉ SON ENEMIGOS?
Varios lectores me han solicitado que repita esta columna, rescatada de la ceveteca como suelo hacer los sábados. Si no me equivoco la volví a sacar a la luz hace unos tres años, pero me parece que ha pasado suficiente tiempo y además el tema no deja de ser actual. Se refiere a la conflictiva situación en lo que suele denominarse Tierra Santa:
Imagínese que usted ha conseguido su casa propia con sumo esfuerzo. Ha habido otros ocupantes de la casa, pero ninguno en realidad la ha cuidado bien, y usted se posesiona de ella, la cuida, la hace prosperar. Luego llega un poderoso y lo expulsa de su casa, y aparte de dejarlo sin techo le niega el derecho a tener una casa propia y cada vez que usted se establece en algún sitio envidia su creciente prosperidad y trata de arrebatarle lo que ha conseguido.
Eso es más o menos lo que les ocurrió a los judíos: conquistaron Palestina y la convirtieron en una región próspera y unida cuando antes era un grupo de diminutos reinos en constante guerra entre ellos, pero menos de seis siglos después fueron expulsados por los romanos, es decir por Occidente, y luego repudiados y maltratados por ese mismo Occidente, alcanzando incluso los terribles horrores del Holocausto.
Ahora imagine que llega otra persona, sin responsabilidad por el despojo que usted sufrió, y se posesiona de la casa vacía. La hace prosperar aún más, y de hecho la habita por mucho más tiempo que lo que usted lo hizo, y además permite que usted o sus hijos la visiten y hasta vivan en ella (no como propietarios, pero sí como cohabitantes), respetando incluso lugares dentro de la misma que usted consideraba sagrados. Pero luego viene el mismo poderoso, ahora con otras ropas, a expulsar a esa persona, porque él ha decidido devolvérsela a usted debido a que, según asegura, originalmente era suya.
Eso fue lo que les ocurrió a los palestinos. Habitaron la zona por mil quinientos años, la cuidaron y defendieron, y fueron tolerantes con los mismos judíos, a quienes permitieron vivir allí respetando sus lugares sagrados. Pero luego de la Segunda Guerra Mundial, Occidente consideró que allí debía ubicarse el estado de Israel, para reparar la injusticia cometida con los judíos. Pero obsérvese que esa injusticia fue reparada cometiendo otra injusticia. ¿Ven lo complicado que es?