PEQUEÑAS PREGUNTAS (2)
¿Cuál es el alfabeto más largo del mundo? ¿Cuál es el más corto?
El alfabeto más largo del mundo (entendiéndolo como colección de letras con las cuales formar sílabas y palabras, en contraposición a ideogramas como en la escritura china, donde cada uno es una palabra), es el camboyano o jemer, que tiene 74 letras. El más corto es el de la etnia de los rocotas, en Nueva Guinea, que utiliza el mismo abecedario latino que nosotros usamos, pero no todas sus letras: utilizan las cinco vocales y siete consonantes, es decir, doce letras en total.
¿Cuál sería el idioma más fácil de aprender?
Eso depende mucho de la fonética, la estructura gramatical, y el vocabulario necesario.
La fonética hace que entre ciertos idiomas sea muy difícil aprender a emitir ciertos sonidos característicos correctamente (nos suele ocurrir a los hispano parlantes con el mandarín, y viceversa), la gramática puede ser incluso más sencilla pero tener una estructura tan diferente que se vuelva un obstáculo mental (y sería mucho peor si la estructura gramatical fuera más complicada: es lo que suele ocurrirles a quienes quieren aprender español desde idiomas orientales o incluso el mismo inglés, que tiene una gramática más sencilla), y el vocabulario, aunque se trate de los mismos significados, puede constituirse de palabras tan diferentes que cueste dominarlas.
A eso hay que añadirle que, aunque la lengua a aprender tenga el mismo alfabeto, el mismo pueda no ser leído de modo distinto (bástenos recordar que el inglés se lee diferente al español), y es peor si el alfabeto no es el mismo que utilizamos (como ocurre con el ruso o el coreano), o incluso la lecto-escritura depende de ideogramas, donde cada carácter representa una sílaba o una palabra (como el japonés o el chino).
Pero puestos a escoger, la mejor candidata a lengua más fácil de aprender es el piranhã: no tiene alfabeto y sólo tiene 10 fonemas, es decir, formas de representar gráficamente cómo son los diferentes sonidos que utilizamos para formar palabras (el español tiene 22).
Además, su vocabulario es limitado y su gramática es sumamente simple.
Lo malo es que es una lengua en vías de extinción, y por lo que se sabe, únicamente lo hablan 150 personas de esa etnia amazónica que quedan vivas.