IDIOMAS DEL FUTURO
Juan Pablo Cedeño me consulta lo siguiente: “¿Llegará un día en el futuro en el que la humanidad hable un solo idioma, producto de que se fundan todos los idiomas que actualmente existen, como está ocurriendo con el spanglish?”
Si nos atenemos a lo que sabemos sobre la formación de los diferentes lenguajes, la respuesta es un rotundo no. Y hay varias razones para ello.
La primera, que todos los idiomas nacen de la fusión de varios, con uno como principal. Así, el español es la fusión lenguajes regionales de la península ibérica con el latín como base, y contribuciones del árabe y lenguas indígenas americanas, el francés, el inglés, etc. Y ese proceso continúa constantemente. Lo mismo ocurre con todas las lenguas, aunque de modo más acelerado, obviamente, debido a que actualmente los medios de comunicación son más efectivos (anteriormente era más posible que una lengua se mantuviera más o menos libre de influencias exteriores, debido a que la gente vivía más aislada).
Esto podría hacer parecer que, al irse incrementando la influencia mutua entre las diversas lenguas del mundo, algún día, en un futuro lejano, se llegará al nivel de haber tan pocas diferencias entre ellas, que para todos los efectos se tratará de un solo idioma.
Pero tal análisis ignora el hecho de que la aparición de un nuevo idioma es gradual (hasta ahora siempre ha durado varios siglos), y desde sus inicios hasta su consolidación como lengua sufre procesos que hacen que para un hablante actual sería casi imposible comprender, al menos en principio, a un hablante del mismo idioma en sus inicios (por ejemplo, el español primitivo es casi irreconocible como origen del español actual). A esto se suma que los idiomas también tardan en morir (el latín continuó siendo una lengua muy viva hasta mucho después de haber surgido las lenguas romances, por ejemplo). Y por último, el idioma es una señal de identidad de los pueblos, por lo que suelen defender su existencia contracorrientes contrarias (el catalán, por ejemplo, fue un símbolo de resistencia durante la dictadura de Franco, que pretendía “arrinconarlo” hasta hacerlo desaparecer, y más bien provocó que se fortaleciera).
Y hay un último detalle, que tiene que ver con el futuro de la humanidad, que definitivamente eliminará cualquier posibilidad de un idioma único. Pero a ello nos referiremos mañana.