
IDIOMAS DEL FUTURO (2)
Contestábamos ayer a la consulta sobre si en el futuro la humanidad desarrollará una lengua común, derivada de la fusión de todas las lenguas. La pregunta es razonable si se tienen en cuenta fenómenos como el spanglish, que da la impresión de ser una unión entre el español y el inglés.
Pero ver el spanglish así es equivocado, en el sentido de que se trata más bien de una “españolización” de vocabulario inglés (el ejemplo más conocido es cuando, en lugar de decir “edificio”, se dice “bildin”, derivado de “building”), que se inserta en la estructura básica gramatical del español.
Más bien este tipo de mezclas entre lenguas es lo que siempre ha hecho surgir nuevos idiomas en el mundo, y ello sin detrimento de las existentes, que suelen ser conservadas por quienes las hablan como señal de identidad nacional o regional.
Y como si fuera poco, viendo hacia un futuro más lejano, digamos varios siglos hacia adelante, no sólo es muy probable que los idiomas actuales hayan cambiado tanto como para que uno de nosotros, por ejemplo, enviado a ese futuro se encontrara con que el español que se habla ya no es entendible para él o ella, y quizá ya ni siquiera se llame español, sino que además es bastante posible que ya para entonces tengamos colonias en diversos lugares de nuestro sistema solar, donde las distancias harían que volviéramos a un aislamiento regional similar al que existía en los siglos anteriores. Hacer una llamada telefónica a Marte sería engorroso, y probablemente las comunicaciones se limitarían a mensajes escritos: digamos por ejemplo que yo le envío a un familiar mío que viva en Marte un simple “hola”.
Mi mensaje tardará poco más de cuatro minutos en llegar hasta allá. Y si mi familiar me responde con otro “hola”, para reducirlo a una respuesta muy corta (lo cual sería un desperdicio, de dinero porque es de imaginar que enviar mensajes a esa distancia sería carísimo, y de tiempo por lo que venimos describiendo), resultaría que estaría recibiendo mi respuesta casi diez minutos después de mi mensaje original. Y si hablamos de Júpiter o Saturno, imagínense.
El resultado previsible sería que al pasar de los siglos, cada colonia empezara a desarrollar lenguas propias. O sea, en lugar de una lengua única, nacerían varias más.