"La palabra consuelo es hermosa. Significa 'ser con el que está solo'(solus). Brindar consuelo es una de las maneras más importantes de cuidar del otro. La vida está tan llena de dolor, tristeza y soledad que con frecuencia nos preguntamos qué podríamos hacer para aliviar los inmensos sufrimientos que vemos.
Podemos y debemos ofrecer consolar a la madre que perdió a su hijo, al joven que contrajo... sida, a la familia que se le incendió la casa, al soldado que fue herido, al adolescente que está pensando en suicidarse, al anciano que se pregunta por qué tiene que seguir viviendo.
Consolar no significa quitar el dolor, sino estar junto al que lo sufre y decirle: 'No estás solo. Yo estoy contigo. Juntos podemos llevar nuestra carga. No tengas miedo. Yo estoy aquí'. Eso es consuelo. Todos necesitamos tanto darlo como recibirlo".