7. La ciudad de los pozos
"Esa ciudad no estaba habitada por
personas, como todos las demás ciudades del planeta.
Esa ciudad estaba
habitada por pozos vivientes... pero pozos al fin.
Un día llego a la
ciudad la "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva
idea señalaba que todo ser viviente que se aprecie debería cuidar mucho más lo
interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido.
Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de
Joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de
electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más, optaron por el arte y
fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas pinturas modernas.
Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y
revistas especializadas. Pasó el tiempo. La mayoría de los pozos se llenaron a
tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos
iguales, así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que
debían hacer algo para seguir metiendo cosas a su interior. Alguno de ellos fue
el primero; en lugar de apretar su contenido, se le ocurrió aumentar su
capacidad ensanchándose. No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de
sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su
interior.
Un pozo, pequeño y alejado de la ciudad, empezó a ver a sus
camaradas ensanchándose desmedidamente. ël pensó que
sí seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada
uno perdería su identidad.
Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que
otra manera de aumentar su capacidad era crecer pero no a lo ancho sino hacia lo
profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho..
Pronto se dio cuenta que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la
tarea de profundizar. Sí quería ser más profundo debía vaciarse de todo
contenido. Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había
otra posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones el pozo empezó a volverse más
profundo, mientras que los demás se apoderaban de las cosas que él se había
desecho
.
Un día , sorpresivamente el pozo que
crecía hacia adentro tuvo una gran sorpresa: adentro, muy adentro , y muy en el
fondo encontró agua¡¡¡¡¡¡¡¡¡. Nunca antes otro pozo había encontrado agua.
El
pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las
paredes salpicando los bordes y por último sacando el agua hacia afuera. Así que
la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua empezó a despertar. Las
semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en árboles y en
flores.
Todos le preguntaban como había conseguido el milagro. Ningún
milagro, hay que buscar en el interior, hacia lo profundo. Muchos quisieron
seguir el ejemplo pero desdeñaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir
más profundo tenían que vaciarse.
En otra punta de la ciudad otro pozo,
decidió correr el riesgo del vacío. Y también empezó a profundizar. Y también
llegó al agua. y también salpicó hacia afuera creando
un segundo oasis verde en el pueblo.
Un día casi por casualidad los dos
pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí
mismos era la misma. Que el
río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro. Se dieron
cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. La búsqueda les había deparado
un nuevo y secreto punto de contacto: "LA COMUNICACIÓN
PROFUNDA QUE SOLO CONSIGUEN ENTRE SÍ, AQUELLOS QUE TIENEN EL
CORAJE DE VACIARSE DE CONTENIDOS Y BUSCAR EN LO PROFUNDO DE SU SER LO QUE TIENEN
PARA DAR". Es allí que brota la alegría profunda, esa agua cristalina que todos
anhelamos.
de la Revista LA
BARCA DE SANTA URSULA
(colegio Santa Ursula LIma Perú)