Espacio para la reflexión
LEYENDA
ARABE
Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto.
En un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al
otro.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: HOY,
MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y
llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y
lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomo
un estilete y escribió en una piedra: HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA
VIDA.
Intrigado, el amigo pregunto: -Por que después que te lastimé,
escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro
amigo respondió: -"Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la
arena donde el viento del olvido y el perdón se encargaran de borrarlo y
apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la
piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá
borrarlo".
* * *
UN
REGALO...
El hombre que estaba tras el mostrador, miraba la calle
distraídamente. Una niñita
se aproximó al negocio y apretó la naricita
contra el vidrio de la vitrina. Los
ojos de color del cielo brillaban cuando
vio un determinado objeto.
Entró en el negocio y pidió para ver el collar
de turquesa azul.- "Es para mi
hermana.
¿Puede hacer un paquete bien
lindo? - Dice ella.
El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y
le preguntó: - ¿Cuánto dinero
tienes?
Sin dudar, ella sacó del
bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo
los nudos. Lo
colocó sobre el mostrador y dijo feliz: -"¿Eso alcanza?".
Eran apenas
algunas monedas que ella exhibía orgullosa. -"Sabe, quiero dar este
regalo a
mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros
y no
tiene tiempo para ella. Es el cumpleaños de ella y tengo el
convencimiento
que quedará feliz con el collar que es del color de sus
ojos".
El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche,
envolvió con
un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta
verde. -"Toma, dijo
a la niña. Llévalo con cuidado". Ella salió feliz
corriendo y saltando calle
abajo.
Aún no acababa el día, cuando una
linda joven de cabellos rubios y maravillosos
ojos azules entró en el
negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio
deshecho e
indagó: -"¿Este collar fue comprado aquí?
-"Si señora". - ¿Y cuanto
costó? - "Ah!", - habló el dueño del negocio. "El precio
de cualquier
producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el
vendedor y
el Cliente".
La joven continuó: - "Pero mi hermana tenia solamente
algunas monedas. El collar
es verdadero, ¿No?. Ella no tendría dinero para
pagarlo". El hombre tomó el estuche,
rehizo el envoltorio con extremo
cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven.
- "Ella pago el precio mas
alto que cualquier persona puede pagar. ELLA DIO TODO
LO QUE
TENIA".
- El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por
la faz emocionada
de la joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño
envoltorio. La verdadera donación
es darse por entero, sin restricciones. La
gratitud de quien ama no coloca límites
para los gestos de
ternura.
Sé siempre agradecido pero no esperes el reconocimiento de
nadie. Gratitud con
amor no solo reanima a quien recibe, como reconforta a
quien ofrece. "Piense
en eso". "La vida mejora con cada día que pasa ,
siempre y cuando demuestres
una actitud positiva".
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* *
El
Tiempo
Imagínate que existe un banco, que cada mañana abona en tu
cuenta la cantidad de 86.400 $.
Ese extraño banco, al mismo tiempo, no
arrastra tu saldo de un día para otro: cada noche borra de tu cuenta el saldo
que no has gastado.
¿Que harías?... imagino que retirar todos los días la
cantidad que no has gastado, ¿no?
Pues bien: cada uno de nosotros tenemos ese
banco:
……… su nombre es Tiempo.
Cada mañana, ese banco abona en tu cuenta
personal 86.400 segundos.
Cada noche ese banco borra de tu cuenta y da como
perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo
provechoso.
Ese banco no arrastra saldos de un día a otro; no permite
sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta.
Cada noche elimina
los saldos del día.
Si no usas tu saldo durante el día, tu eres el
que
pierdes. No puedes dar marcha atrás.
No existen cargos a cuenta
del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.
Por
tanto, un buen consejo es que debes invertir tu tiempo de tal manera, que
consigas lo mejor en salud, felicidad y éxito.
El reloj sigue su
marcha... consigue lo máximo en el día.
* Para entender el valor de un año,
pregúntale a algún estudiante que repitió curso...
* Para entender el valor
de un mes, pregúntale a una madre que alumbro a un bebe prematuro...
* Para
entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario…
* Para
entender el valor de una hora, pregúntale a los amantes que esperan para
encontrarse...
* Para entender el valor de un minuto, pregúntale al viajero
que perdió el tren...
* Para entender el valor de un segundo, pregúntale a
una persona que estuvo a punto de tener un accidente...
* Para entender el
valor de una milésima de segundo, pregúntale al deportista que gano una medalla
de plata en las olimpiadas…
Atesora cada momento que vivas; y ese tesoro
tendrá mucho más valor si lo compartes con alguien especial, lo suficientemente
especial como para dedicarle tu tiempo... y recuerda que el tiempo no espera por
nadie.