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REFLEXIONES: EL CAFE
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De: Tatiana (Mensaje original) |
Enviado: 29/01/2010 20:37 |
Hace algunos años, Neil regentaba
una cafetería en el centro de Liverpool. Estaba orgulloso de la decoración de
moda de su local y del estilo de su clientela. La cafetería se llenaba por las
tardes y por la noche, pero solía haber un periodo de tranquilidad alrededor de
las 4 de la tarde. Un día Neil estaba limpiando la barra pulidísima cuando alguien que no
había visto antes entró al bar. Este nuevo cliente parecía estar fuera de lugar.
Vestía lo que sólo podría describirse como ropa de campesino: un anorak azul
marino, un jersey tejido a mano y un sombrero de lana. Neil miró al hombre
desdeñosamente y le preguntó qué quería. -Un café por favor-contestó el
hombre. Neil
hizo el café y lo puso en la barra. -Serán 30
peniques. El
hombre se llevó la mano al bolsillo y sacó tres monedas de 10 peniques. Puso una
en la barra enfrente de Neil y después se fue hasta el extremo izquierdo de la
barra, donde puso la segunda moneda de diez. Luego se fue al extremo derecho y
puso la tercera moneda. Neil estaba echando chispas; podía sentir
cómo su cara y cuello se iban poniendo rojos de rabia, pero no dijo nada.
Recorrió toda la barra y recogió el dinero. El hombre se tomó el café y se
fue. El día
siguiente, a la misma hora, volvió a suceder lo mismo. Neil explicó estos dos
incidentes a sus amigos, a su clientela habitual cuando llegaron esa tarde. Les
dijo que iba a devolvérsela a ese hombre si volvía. Les invitó a que fueran más
pronto el día siguiente para que pudieran ver con sus propios ojos cómo lo
hacía. Un día
más tarde, el hombre llegó a la misma hora con la misma ropa y volvió a pedir un
café. Neil le sirvió el café como siempre y le pidió 30 peniques. El hombre
metió la mano en el bolsillo y sacó una moneda de 50 peniques, dejándola frente
a él en el mostrador. Neil sonrió con regocijo, era su oportunidad. Le guiñó el
ojo a sus amigos, que se preguntaban qué era lo que iba a
hacer. Neil
fue a la caja y sacó dos monedas de 10 peniques para darle el cambio. Con una
sonrisa irónica, miró al hombre y fue hasta el extremo izquierdo de la barra
para dejar una de las monedas. Después fue al extremo derecho y dejó la otra.
Volvió al medio del mostrador y miró al hombre El hombre ni se inmutó, cogió su taza, se
bebió el café, se metió la mano en el bolsillo, sacó otra moneda de 10 peniques,
la puso en el medio de la barra delante de él y dijo: -¡Otro café, por favor!
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De: Tatiana |
Enviado: 25/01/2013 18:41 |
Neil miró desdeñosamente.......
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El hombre ni se inmutó, cogió su taza, se
bebió el café, se metió la mano en el bolsillo, sacó otra moneda de 10 peniques,
la puso en el medio de la barra delante de él y dijo: -¡Otro café, por favor!
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