Actitud
Cuanto más vivo, más cuenta me doy
del impacto que la actitud tiene sobre mi vida.
Mi actitud, para mí, es más importante
que los hechos.
Es más importante que el pasado,
que la educación, el dinero, las circunstancias,
que los fracasos, el éxito, que lo que otras
personas piensan, digan o hagan.
Es más importante que las apariencias,
los dones o la destreza.
Levantará o hará fracasar una empresa.
una iglesia... un hogar.
Lo admirable es que día a día es nuestra
la elección de la actitud que asumiremos
en respuesta a toda situación.
No podemos cambiar nuestro pasado.
no podemos cambiar el hecho de que
la gente actúe en determinado modo.
No podemos cambiar lo inevitable.
Lo único que podemos hacer es tocar
la única cuerda que tenemos,
y esa es nuestra actitud.
Estoy convencida de que la vida está
constituida por un 10% de lo que me ocurre
y el 90% de cómo reacciono ante ello.
Y así es también contigo.
En todo momento somos responsables
por nuestra actitud. En efecto, nuestra manera
de ser depende eternamente de nuestra actitud.