Al pretender construir un muro de tales dimensiones, se descubriría que apenas a los veinte o treinta metros, la presión de la gravedad empezaría literalmente a aplastar el hielo, de modo que los “ladrillos” o bloques de abajo se empezarían a desmoronar y a fundir, derrumbando todo el muro sin siquiera alcanzar los cuarenta metros de altitud.

Continuamos contestando a las preguntas de Johnny Mora sobre la saga de Juego de Tronos. Ayer nos referimos así es posible, más allá de la “realidad fantástica” (o sea en la “realidad-realidad”, por llamarla de algún modo) que se presente esa alternancia tan irregular entre la estación cálida y la estación invernal, dado que ambas duran años y no tienen periodos estables. La respuesta que dimos fue negativa.

La segunda cuestión tiene que ver con el enorme muro de hielo, de miles de kilómetros de largo, unos cincuenta metros de ancho, y trescientos metros de alto. ¿Sería posible que se sostuviera una estructura así?

Nuevamente, la respuesta es negativa.

El hielo, por sólido que parezca, es más bien dúctil. Al pretender construir un muro de tales dimensiones, se descubriría que apenas a los veinte o treinta metros, la presión de la gravedad empezaría literalmente a aplastar el hielo, de modo que los “ladrillos” o bloques de abajo se empezarían a desmoronar y a fundir, derrumbando todo el muro sin siquiera alcanzar los cuarenta metros de altitud.

Tampoco sería una solución tratar de construirlo de manera acelerada, por ejemplo echando agua líquida en enormes moldes y luego dejando que se enfriara. En cuanto el molde fuera quitado, el problema sería el mismo: la capa inferior de hielo no podría soportar el peso, y la estructura completa se quebrantaría mientras se construye.

Aún en el caso de que se completara el muro y milagrosamente se sostuviera, la capa exterior, en contacto con el aire, empezaría inmediatamente a licuarse, y poco a poco surgirían chorros de agua, se desprenderían fragmentos enormes del muro, y en pocas semanas desaparecería hasta llegar a una altura más estable, digamos unos diez metros, y una anchura de centenas de metros, similar a una pequeña cordillera.

Para alcanzar los 300 metros de altura, el muro debería adquirir justo esa forma: la de una especie de cordillera, con una cima y dos pendientes a cada lado. Pero esas pendientes serían de kilómetros de anchura, lo cual indica que sería perfectamente posible escalarlas con una caminata… y eso haría que el concepto entero del muro fuera un sinsentido.