Todos a recoger gracias de perro
En primer lugar, por salud pública. Por muy limpio y bien cuidado que esté un perro, vamos a hablar claro: eso que está dejando detrás sí es excremento, pura y simplemente. Materia fecal, llena de potenciales agentes infecciosos, incluidos virus, bacterias, y parásitos
Martes 18 de Junio del 2013
Por:
Ronny Ugarte Quirós.
Es un hecho: la inmensa mayoría de los dueños de perros en nuestro país no tienen una idea real de la responsabilidad que asumen. No saben cómo cuidarlos, ni las diversas labores de mantenimiento que exigen.
Una de las más importantes es sacarlos a pasear. Usualmente los perros acumulan mucha energía durante el día, encerrados en sus casas, y sus momentos soñados de la jornada son el de la comida, el de la llegada de sus dueños, y el paseo diario. Particularmente la caminata les ayuda a desestresarse y gastar esa energía acumulada
Los dueños de canes que sí cumplen con esa tarea, saben que parte de la misma conlleva el propósito de que el animal se alivie de sus intestinos. Hasta allí todo bien. El problema es que no se ha construido una cultura de adecuada manipulación de esos desechos. De hecho, no existe ninguna: por lo general, los dueños dejan la deposición allí donde a bien tuvo el perro aliviarse.
Eso es inapropiado por varias razones.
En primer lugar, por salud pública. Por muy limpio y bien cuidado que esté un perro, vamos a hablar claro: eso que está dejando detrás sí es excremento, pura y simplemente. Materia fecal, llena de potenciales agentes infecciosos, incluidos virus, bacterias, y parásitos.
Lo segundo tiene que ver íntimamente con lo primero: la presencia de excremento canino en las calles, aceras, césped y otros lugares públicos no sólo es antiestética, sino que obliga a la gente, si es que llega a percatarse de ese “elemento decorativo”, a caminar esquivándolo, como si fuera un campo minado.
Pero no sólo eso: a todos nos ha pasado que pisamos caca de perro. Como consuelo, se suele decir que trae buena suerte, pero el hecho es que potencialmente es todo lo contrario, porque… nadie garantiza que sus zapatos no hayan quedado impregnados de algo nocivo para su salud, o para la de los que viven con usted (incluido, quizá, otro perro, o un gato, o un perico, que también son parte de su familia).
En la Unión Europea y en muchos estados de los Estados Unidos es obligatorio por ley recoger los excrementos de los perros. En ciertos lugares de Costa Rica (barrios y condominios) se han empezado a establecer reglamentos que también lo hacen obligatorio. Pero, mientras en nuestro país no haya una ley al respecto, sería conveniente empezar a acostumbrarse a ello.