Muchas veces en la vida pasamos por momentos difíciles en los que tenemos que decidir sobre los nuevos caminos a tomar. A veces el júbilo nos invade ya que la ruta tomada nos demuestra el acierto, y eso se llama crecer. Otras veces nos desanimamos antes de reemprender nuestra meta, y eso también se llama crecer. Crecer, una palabra tan común pero tan significativa a la vez, tan llena de vida; definitivamente es un término al que, en particular, tengo muy presente y valoro entrañablemente. A veces la parálisis nos invade, desarmados completamente caemos en la tristeza, la desilusión, la desgana; sentimos la horrible sensación de no poder hacer nada bien, tomamos caminos de fácil acceso que a ningún lado nos conducen; nos invade la soledad y ocupamos el vacío con gente vacía y el resultado es una lista interminable de momentos más vacíos aún. El dolor se esconde detrás de una imagen impuesta cargada de elementos superfluos que no hacen mas que alejarnos de nosotros mismos. Hacia la felicidad el camino parece estar lleno de pantanos y grietas infinitos, en esos momentos no podemos ver que ser feliz está en nuestro propio ser, por el solo hecho de existir. El tiempo oficial pasa pero nos es indiferente, el tiempo real nos encuentra sumergidos y cansados, pero tarde o temprano, desde lo mas profundo de nuestra existencia surge una luz, que al principio es pequeña, creo yo que es nuestro instinto de supervivencia más el amor por la vida y por nuestra vida que hace que lentamente nos reubiquemos en el camino correcto, el del amor. A veces necesitamos pasar por momentos muy duros, cometemos errores, evadimos los problemas y nos disfrazamos de algo que no somos hasta reencontrarnos con nuestros valores, en lo que a mi respecta, el valor de las pequeñas cosas, aquellas situaciones y cosas cotidianas y sencillas que son maravillosas. A veces necesitamos pasar por momentos tan duros, pero superarlos es también crecer.
La felicidad es un don que poseemos todos, pero cultivarla y compartirla es un hermoso trabajo que implica esfuerzo, dedicación y tiempo, pero por sobre todas las cosas amor, el sentimiento más hermoso.
A veces la parálisis nos invade, desarmados completamente caemos en la tristeza, la desilusión, la desgana; sentimos la horrible sensación de no poder hacer nada bien, tomamos caminos de fácil acceso que a ningún lado nos conducen; nos invade la soledad y ocupamos el vacío con gente vacía y el resultado es una lista interminable de momentos más vacíos aún.
Bueno, lo confieso, esa parte me ha hecho llorar.
Casi, casi que esa ha sido mi experiencia, luchando durante años para intentar frenar una enfermedad que me consume los musculos, intentando alargar la llegada de momentos inevitables, arañando el tiempo para estar aún de pie, tomando los medicamentos puntualmente, siguiendo los tratamientos y las terapias concienzudamente, y cuando llega lo inevitable, me invade una sensación de fracaso tan grande, tal como dice esa parte del mensaje.
Este año, al final, no lo pude evitar màs, ya estoy postrado en una silla de ruedas, algo que provoco mucha alegria a mis familiares, amigos, compañeros de trabajo, el pensar de ellos es que ahora que estoy en silla ya no me caigo más, por lo que tendre menos visitas al doctor, y una mejor calidad de vida, algo de razón tienen, para mi fue una gran derrota, una silla que me encarcela en mi cuarto hasta que algúna alma piadosa quiera sacarme a la esquina, por lo menos, una silla que me impide ser independiente, una silla que me amarra al horario de otras personas.
Pero la peor parte de la enfermedad es escuchar los pensamientos que invaden mi mente, son como los celos, tan imaginativos, que provocan que una acción inocente sea todo un complot contra uno. Pensamientos de derrota que te repiten constantemente, eres un invalido, nadie quiere estar jalando una silla en un paseo, o peor, tener que quedarse con uno, por que no me puedo cuidar solo, en lugar de estar disfrutando con los demas. Algunas veces esos pensamientos tendrán algo de razón. Esa es la peor parte, y controlarlos, la mayor victoria.
Aún no lo logro, esa es la lucha en la que estoy ahora.
Querido Miguel, nunca imagine que lo escrito te provocaría tanta descarga
de tus sentimientos. Te comprendo mucho y se muy bien como se siente cuando duele tanto el cuerpo y peor aun el alma. Me hiciste llorar, por mi hijo que està de viaje en el cielo y por el otro que padece tambièn una grave enfermedad. No èstas solo como podràs apreciar.Siempre estàs en mis pensamientos y en mis plegarias a Dios. Te pido que sigas luchando y no nos abandones. Un abrazo desde el corazon y el alma.
Leí el mensaje, me pareció profundo y por eso había respondido con un dibujo con estrellitas que decía lindo mensaje... Pero ahora volví a ver que había más respuestas y me doy cuenta de que no había visto las respuestas anteriores.
Sabés que te quiero mucho y que el cariño de los que te quieren bien va más allá de donde estés sentado o de lo que lleves puesto. Y si para algo sirve la compu es para llegar al corazón de las personas que lo permiten y desde el corazón. O por lo menos desde mi humilde lugar siempre lo hice de esa forma, otra no me cabe.
Te abrazo fuerte desde lo más profundo de mi alma y te pido mil disculpas nuevamente por el dibujito que puse que parecía una tomada de pelo después de tu respuesta.
Besos para los dos y a seguir adelante que la vida continúa y aquí estamos!
Migueeeeel!!! vos seguís siendo la misma persona, con los mismos sentimientos y las personas que te rodean también son las mismas, si están con vos es porque están dispuestas a colaborar, de otra manera se alejarían, posiblemente sin que lo sepas para ellos sea un privilegio poder ayudarte.
Lo tuyo no es un fracaso porque vos no sos el culpable de la enfermedad.
Te vas a sentir mejor el día que decidas que así sea, porque sos vos el que tiene en sus manos la fórmula para revertir, concentrarte y enfrentar la lucha de la siguiente etapa, siempreeeee vale la pena y siempre el control lo seguís teniendo vos y así poder adaptarte y poner todas las energías en la nueva etapa.
Te abrazo fuerte con mucho cariño!!!!
Ana
Me olvidaba, sobre algo que dice la frase.
Depende de que lado mires, las personas y los momentos dejan de verse vacíos.