Nebulosas
Martes 13 de Agosto del 2013
Por: Ronny Ugarte Quirós.
Johnny Castillo me consulta lo siguiente: “Cuando uno ve fotos de nebulosas tomadas por telescopios se ven espectaculares viéndolas tan lejos. Pero siempre me he preguntado cómo o qué se vería si uno estuviera dentro de una nebulosa”.
Primero hay que hacer una aclaración. Hace no tantos años el término “nebulosa” definía a cualquier objeto en el cielo que al ser mirado a través de un telescopio (e incluso a primera vista) daba la impresión de ser borroso, como una pequeña nube.
Cuando se determinó que había algunas que eran más bien conjuntos descomunales de estrellas se les pasó a denominar galaxias. Entonces el término “nebulosa” se reservó para esas enormes y espectaculares estructuras conformadas por gas y polvo que nos resultan tan familiares.
Pero, como las vemos a tan larga distancia (por ejemplo, la nebulosa de Orión se encuentra a más de 1.000 años luz) nos dan la impresión de ser auténticas nubes de polvo brillante, muy compactas. Pero en realidad la materia que contienen está esparcida en un espacio tan enorme que es muy tenue.
Para seguir con el ejemplo, la nebulosa de Orión mide aproximadamente 30 años luz de diámetro, es decir, que un fotón que la atravesara, a su velocidad de 300 mil kilómetros por segundo, tardaría 30 años en completar el recorrido.
Aunque la materia dentro de la nebulosa es mucha, al esparcirla por tanto espacio resulta muy poco densa. Tanto que si estuviéramos dentro de una posiblemente no nos percataríamos a simple vista. De hecho, es lo que nos sucede.
No muchas personas lo saben, pero nuestro Sistema Solar se encuentra dentro de una nebulosa de tamaño equivalente a la de Orión, conocida como “Peluche Local”, porque se especula que su aspecto sería similar a una mota de peluche del que se usa para rellenar los osos Teddy.
Pero eso no es todo: la nebulosa Peluche Local está contenida en una más tenue, diez veces más grande (300 años luz de diámetro), a la que se le llama “Burbuja Local”.