Datos curiosos (4)
Sábado 17 de Agosto del 2013
Por: Ronny Ugarte Quirós.
El espacio entre las cejas suele llamarse entrecejo o ceño. Tiene otro nombre, menos conocido: glabela.
El pliegue que todos tenemos en el labio, justo debajo de la nariz, se llama filtrum, aunque si quiere utilizar un nombre anatómicamente más exacto, sería “surco nasolabial”.
Eso de que los seres humanos somos lampiños en comparación con otros simios es relativo, especialmente al grosor de nuestro tejido piloso. Si nuestra piel aparece como desnuda, es más bien porque nuestro pelaje en casi todo el cuerpo es muy fino, pero cabello por cabello, una persona promedio tiene tantos como un chimpancé.
Los ocho alimentos a los que las personas son más alérgicas son: leche, huevos, trigo, maní, soya, nueces, pescado y mariscos.
El primer anticonceptivo conocido fue usado por los egipcios hace unos cuatro mil años, y consistía en estiércol de cocodrilo.
Se ha calculado que por cada segundo, mueren dos millones de glóbulos rojos en nuestra sangre.
Ni los emús (ave emparentada con los avestruces) ni los pingüinos pueden caminar hacia atrás. Característica que comparten, por cierto, con los canguros.
Es bien sabido que las mariposas tienen el sentido del gusto, literalmente, en sus patas. Pero se quedan cortas ante el bagre marino, cuyo sentido del gusto se ubica, literalmente, en todo su cuerpo.
La palabra “electricidad” proviene de un antiguo vocablo griego que significaba “ámbar”. “Matemática” también deriva de una palabra griega que definía aquello que se podía aprender. El término “geometría” literalmente significa “medir la Tierra”.
Usualmente, los diestros tienden a rascarse con la mano izquierda, y los zurdos con la derecha.
Los bebés de ballena azul en promedio crecen 5 kilos...
¡por hora!
Han sido muchos los actores que han interpretado al personaje de Tarzán, pero posiblemente el más infortunado fue el escultor hawaiano Kamuela C. Searle, que mientras rodaba la única película en la que encarnó al rey de la selva fue lanzado por un elefante contra una estaca. Sorprendentemente, sobrevivió a sus heridas y falleció de cáncer años después