Mosquitos y autos
Sábado 31 de Agosto del 2013
Por: Ronny Ugarte Quirós.
He aquí una consulta que rescato de la ceveteca, como suelo hacer los sábados, a petición: “Cuando me levanto en la mañana y subo a mi auto veo que está lleno de zancudos y me pregunto: cuando acelero ¿no deberían ellos salir disparados para atrás a la velocidad que avanza el auto?”.
La respuesta a esa pregunta es que si el automóvil tuviera un vacío en su cabina (es decir, que no tuviera aire), efectivamente un mosquito que estuviera volando (imaginariamente, claro, porque sin aire no podrían volar) en ese momento terminaría estrellándose en la ventana trasera del automóvil.
No sería que se “corriera para atrás” (aunque sí lo es según la perspectiva de auto), sino que el mosquito permanecería en un mismo punto con referencia al entorno fuera del automóvil, de modo que cuando el vehículo se mueve, por decirlo asá lo rebasa.
Pero como en la cabina del auto sí hay aire, el mismo empuja al mosquito junto con el movimiento del vehículo (sobre todo porque el auto se empieza a mover y acelera paulatinamente). En cierto modo, es como si al insecto se lo llevara una brisa hacia delante. Por eso es que no se hace “hacia atrás”.
Ese mosquito volador inmediatamente será transportado por el aire interior, de modo que desde ese momento equipara su movimiento con el del automóvil. Una vez conseguido eso, el mosquito tranquilamente puede volar por el interior del auto como si el mismo estuviera detenido, lo cual es cierto: si bien con referencia a la carretera ambos se mueven, digamos, a 70 kilómetros por hora (lo cual significa que se alejan o acercan de los objetos externos a esa velocidad), mutuamente, en promedio, ni auto ni mosquito cambian la distancia entre sí. Para todos los efectos, si no se pudiera ver hacia fuera del auto, la sensación sería de inmovilidad al interior. Para un mosquito es lo mismo (una vez que equipara su velocidad promedio con la del automóvil) volar dentro del vehículo que hacerlo en una habitación fija.