Por: Ronny Ugarte Quirós.
“¿Por qué se dice que las cigüeñas traen los bebés?” (Marvin Ríos).
No se tiene demasiado claro. Ya desde tiempos de los romanos, se tenía a las cigüeñas como símbolo de la maternidad por dos razones: primero, como madres son de las más dedicadas de la naturaleza, y segundo, usualmente aparecen en Europa por la primavera, justamente para tener a sus crías, construyendo nidos en los techos y chimeneas de las casas.
Era también una idea popular que la mayoría de los niños nacen en primavera (se ha comprobado estadísticamente que no es cierto, pero en tiempos medievales era una creencia extendida). Entonces, resulta posible imaginar que en el imaginario popular surgió la vinculación entre la llegada de las cigüeñas y los bebés, especialmente cuando surgía el espinoso cuestionamiento infantil sobre cómo se hacen los niños. Eso sí, la imagen de la cigüeña trayendo el bebé en su pico es relativamente reciente, posiblemente inspirada en un cuento de Hans Christian Andersen titulado “Las cigüeñas”, donde cuenta que estas aves traen a las madres niños para reponer hijos que han perdido.
“¿Es cierto que si el suelo o el piso está limpio y un alimento cae, no hay problema en comérselo si uno lo levanta antes de 10 segundos?” (No quiso que conste su nombre).
La idea detrás de este mito es que se requieren como mínimo 10 segundos para que alguna bacteria peligrosa se adhiera al alimento en cuestión. Pero lo cierto es que cualquier transferencia es casi instantánea, así que, siendo el piso (hasta el más limpio) la superficie más llena de suciedad, es claro que el alimento en cuestión, luego de ser recogido del suelo, llegará a su boca lleno de bichejos. Ahora, lo que suele ocurrir es que esos gérmenes son inocuos (sino, igual nos harían daños al penetrar, por ejemplo, por la piel al caminar descalzos o sentarnos en el suelo). No deja de ser, sin embargo, una lotería, porque al ingresar por la boca, algunos microorganismos que serían inofensivos al contacto con la piel pueden ser nocivos al contacto con las mucosas internas. Mejor no jugársela.
“¿Por qué se detesta tanto a las cucarachas?” (No quiso que constara su identidad).
En realidad, es por puro condicionamiento cultural, posiblemente debido a su aspecto un poco siniestro (aunque, en términos de diseño, puro y objetivo, son bastante admirables). También cunde la idea de que viven en ambientes llenos de suciedad, y por tanto son antihigiénicas y potencialmente portadoras de enfermedades. Pero he aquí dos datos sorprendentes: las cucarachas detestan los lugares sucios (de hecho son de los animales más pulcros que existen), y en toda la historia humana, que se sepa, ni una sola epidemia o enfermedad nos ha sido transmitida por las cucarachas.