Sheila Kim me solicita que explique por qué si los átomos de carbono y silicio son tan semejantes en propiedades, la vida en la Tierra está basada en el carbono y no en el silicio.
Efectivamente, se puede decir, para utilizar una imagen simple, que el átomo de silicio es una “versión pesada” del átomo de carbono porque tiene más o menos el doble de tamaño y más del doble de masa, pero en su exterior es muy similar: al igual que el carbono, tiene cuatro enlaces (podríamos visualizarlos como “ganchos” o “amarres” que le sirven para unirse a otros átomos) y muchas de sus propiedades son similares. Pero tiene un problema para constituirse en base de la vida, al menos del tipo que reconocemos como tal, constituida por moléculas grandes construidas con largos enlaces: al silicio le “gusta” más unirse a otros átomos que a sí mismo. Es más fácil que se forme un enlace del tipo Si-O (silicio y oxígeno, también llamado “silicato”) que uno Si-Si.
Si bien el silicio es mucho más abundante que el carbono en nuestro planeta, su tendencia a preferir el oxígeno como compañero es lo que ha provocado que los silicatos sean el material más abundante de la corteza terrestre (casi cualquier roca que usted vea está formada, al menos en parte, por un silicato, lo mismo que la arena, el vidrio, el cristal y muchas de las piedras preciosas).
En cambio, el carbono prefiere unirse a sí mismo, haciendo cadenas del tipo C-C-C-C… dejando dos o tres enlaces libres para unirse o a otro átomo de carbono, o a los átomos de hidrógeno, nitrógeno, fósforo, oxígeno… que combinados son la base de la química de la vida. Además el carbono no tiene problemas en crear dobles enlaces, del tipo C=O o incluso C=C, algo que al silicio le “cuesta” mucho más.
Todo esto hace que una química basada en el silicio sea menos “ágil” a la hora de formar moléculas complejas, que además tengan la característica de ser solventes al agua o a otra sustancia (condición también necesaria para que se den los procesos químicos que puedan ser compatibles con lo que comprendemos como “vida”).
Desde luego, no se excluye que en otros planetas, con ambientes muy distintos al nuestro, se haya podido desarrollar una vida basada en el silicio. El universo es demasiado grande y abundante en planetas distintos que es perfectamente posible, y no solo vida basada en silicio sino también en otros elementos que podrían servir de base, como el boro, el nitrógeno, el fósforo, el arsénico, y hasta podría ser que se haya desarrollado toda una fisiología basada en el amoniaco como disolvente.