PUENTE
Esta semana he titulado mi reflexión de esta manera,
pues pienso que es gracias a esa pesada carga
que en ocasiones nos toca llevar a cuestas,
que podemos ayudarnos a formar un puente,
usarla para atravesar al otro lado y poder seguir
con nuestro camino,
en lugar de seguir quejándonos
de lo pesada que ésta puede ser.
Cuántas veces nos quejamos por los problemas,
las cargas y las difíciles pruebas que debemos soportar.
Si nos detenemos a pensar un poco,
podremos darnos cuenta
de que dichas cargas bien tomadas,
pueden convertirse en puentes y peldaños
que nos ayuden a triunfar.
Recuerdo que hace muchos años,
estando en terapia, tuve un sueño,
o más bien,
una visualización.
Recuerdo que por aquella época,
yo estaba atravesando por una crisis existencial.
Me sentía como atrapada
y no sabía cómo continuar mi camino.
En el sueño se mostraron de manera muy clara,
mi familia;
mi esposo y mis hijos.
Estábamos todos disfrutando de un paseo,
rodeados de un maravilloso paisaje.
Un bosque,
una larga escalinata,
cascadas,
un río y un “puente colgante de madera”
Era necesario que lo atravesáramos
para poder llegar al otro lado.
Yo era muy temerosa,
y sobre todo, a las alturas.
Mi esposo,
lo atravesó sin pena ni gloria,
de la mano de nuestra hija mayor.
Quedábamos mi hijo de seis años y yo.
Decidí que tenía que hacer lo mismo.
Darle la mano a mi pequeño hijo,
armarme de valor y cruzar ese puente.
Al llegar al otro lado
, donde mi esposo y mi hija ya se encontraban,
nos sonrieron.
Alcancé a vislumbrar también,
un hermoso arcoíris
y desperté con la convicción
de que lo que había visto no había sido un sueño,
sino una visión.
De tal manera,
mi mente se aclaró y entendí
que primero tenía que vencer mis propios temores
y decidirme,
para a su vez,
ayudarle a mi hijo a caminar
por la vida con seguridad y confianza,
en lugar de seguir confundida y quejándome
de lo que se me iba presentando
. Desde entonces comprendí
si me ayudaba de “mis cargas”,
podría emplearlas como un puente
para poder llegar al arcoíris; al otro lado,
victoriosa,
y de paso,
ayudarle a mi hijo a recorrer el camino con seguridad.
Así pues, alguna vez una deficiencia
cardiaca hizo de un médico general,
un exitoso cardiólogo,
como también aquél impedimento físico
que convirtió al joven en un famoso escritor,
o la timidez del estudiante,
que lo llevó a ser un destacado investigador. . .
¡Cuántos otros ejemplos podríamos citar!
Todo para mostrar la misma verdad:
Con frecuencia debemos padecer males
para disfrutar luego de los bienes mayores.
Así pues,
te reto a que llevemos
con valor nuestras cargas
para luego convertirlas en puentes de éxito y prosperidad.
¿Estás soportando en estos momentos
algún problema o adversidad?
Recuerda que nada conseguirás
con quejarte o angustiarte.
en Dios.
Él no permitirá que la prueba te aniquile
. Antes bien,
te dará fuerzas para continuar
con valor y lograr mayores alturas.
Que tengas una excelente semana,
llena de luz. Nos leemos la próxima.
GRACIELA