Y cerré los ojos, por fin,
para pedirle un favor al viento.
Usé toda la fuerza de mi corazón,
para expresarle mi deseo.
Mis ojos comenzaron a brillar,
y mis labios al fin dijeron:
"Vamos, llévatela.
Sácala de mi vida y de mis momentos,
arranca todos mis segundos junto a ella,
cada día, cada recuerdo.
Llévatela donde quieras,
solo has que no duela tanto.
No sabes las noches que la he llorado,
los momentos en los cuales la he necesitado.
Las ausencias que he sentido por ella,
los sueños que han muerto en aquellos ojos,
en aquellas estrellas.
Solo pido una cosa, no me lo niegues.
Antes de que la lleves,
con la poca fuerza que queda en mi alma, yo te lo pido.
Ya sé que eso lo hará más difícil,
y será otra forma de herirme.
Solo quiero que la traigas un segundo,
quiero despedirme.
Quiero mirarla a los ojos por última vez,
quiero mirar a quien amo y tanto amé.
Quiero tenerla en mis brazos aunque sea un momento,
quiero fundirla en mi pecho,
y acabar con el sufrimiento.
Por eso querido viento,
la otra cosa que hoy te pido,
aunque sea un segundo,
antes de llevártela,
tráela por un momento conmigo."