Aprecio a las personas que me ayudan e inspiran; sin embargo, la fuente de mi fortaleza proviene de mi interior. Recuerdo que YO SOY potencial infinito.
Me libero de nociones falsas de escasez, enfermedad y separación. En vez de ello, acepto con gozo las ideas divinas de abundancia, salud y unidad. Reemplazo la creencia errónea de que alguien o algo tiene poder sobre mí con la verdad: el poder y la autoridad de aceptar o rechazar cualquier cosa están en mí.
Yo soy libre gracias al espíritu de Dios que se expresa como yo. Yo soy libre para ser todo para lo cual fui creado. Mi libertad tiene un propósito: que yo viva sin ataduras a nada ni nadie. Yo soy libre para vivir mi potencial divino.
Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.—Gálatas 5:1