En su libro clásico Lecciones acerca de la Verdad, Emilie Cady expresó que el Espíritu puede ser definido como “la vida e inteligencia invisibles subyacente en todas las cosas físicas”. Eso significa que soy mucho más que mi cuerpo, mis pensamientos y emociones. Soy una expresión viviente de Dios.
Al crecer en comprensión espiritual, mi vida refleja mi naturaleza verdadera cada vez más claramente. Acepto la salud aun cuando mi cuerpo esté sufriendo enfermedad. Veo abundancia aunque las circunstancias externas indiquen escasez. Recibo con beneplácito las posibilidades para el bien, aun cuando mi conciencia limitada todavía no pueda ver el bien. Vivo mi experiencia humana como el verdadero ser espiritual que soy.