En compañía de uno de sus acólitos, el
diablo vino a dar un largo paseo por el planeta Tierra. Habiendo tenido noticias
de que la Tierra era terreno de odio y perversidades, corrupción y malevolencia,
abandonó durante unos días su reino para disfrutar de su viaje. Maestro y
discípulo iban caminando tranquilamente cuando, de súbito, este último vio una
partícula de verdad. Alarmado, previno al diablo:
- Señor, allí hay una partícula de
verdad, cuidado no vaya a extenderse.
Y el diablo, sin alterarse en lo más
mínimo, repuso:
- No te preocupes, ya se encargarán de
institucionalizarla.
*El Maestro dice: Nadie puede
monopolizar la verdad, ni la verdad es patrimonio de nadie.
Tomado de “Cuentos Clásicos de la
India” recopilados por Ramiro Calle