LOS ESPEJOS DE LA VIDA
APRENDE A MIRARTE EN ELLOS
El Universo es como un espejo que nos devuelve reflejado todo lo que nosotros proyectamos. Una de las formas más rápidas y eficaces de conocerse a uno mismo es mirándose en el espejo que nos ofrecen los demás.
La realidad es que el otro es el espejo en el que ves reflejada la imagen que tienes de ti mismo, mientras dure la percepción. Cuando vives una situación problemática, tienes que entender que el problema eres tú, no el otro. Nada de lo que te ocurre está al margen de ti, porque constantemente estamos creando nuestras situaciones con nuestros juicios y pensamientos.
¿Qué es aquello que te molesta tremendamente del otro? ¿Qué es lo que no soportas en él? Detente en esas situaciones para hacerte la siguiente pregunta: ¿Qué pasa en mí que tanto me molesta eso que veo en el otro?
– «Me molesta la prepotencia». Pregúntate: ¿Cómo soy de prepotente y con quién?
– «No soporto que se meta en mis cosas». Pregúntate: ¿Qué cosas no asumes en tu vida, en qué no te quieres meter de ti mismo?
– «No soporto que me mientan». Deja de mentirte.
– «No soporto que no me escuche». Mira a ver en qué no le escuchas tú a él.
– «No soporto su pasividad»: ¿Cómo eres tú de pasivo contigo mismo, en tus decisiones?
– «No soporto que no exprese sus emociones». Eres tú quien no expresa sus emociones ni sentimientos. Probablemente no te quieras, por eso no recibes nada de los demás.
Date cuenta también, que lo que a ti te molesta, normalmente no suele molestar a otros, solo a ti. Es obvio que quien tiene un conflicto por resolver, eres tú.
Vivimos nuestros juicios y nuestros pensamientos. Aquello que juzgues y condenes en el otro, lo recibirás tú. Si odias a los deshonestos, los encontrarás uno tras otro. Por eso, juzgar es inútil, porque al final es lo que acabarás viviendo.
Siempre vemos el reflejo de nuestro estado de ánimo. Por ejemplo si ves a alguien necesitado, está reflejando tus propias necesidades. La ayuda que crees que necesita el otro, es la ayuda que tu necesitas, la proyectas y vuelve a ti reflejada en alguien de tu entorno.
A todos nos encanta ayudar y dar consejos, como si los demás los necesitaran y nosotros no. Siempre insisto en recordar que ese intento de ayudar significa que lo que quieres es ayudarte a ti mismo. Recuerda estas dos frases, son importantes:
– El consejo que des a otro, es el consejo que te hace falta a ti.
– No pretendas ayudar a alguien si no sabes cómo ayudarte a ti mismo.
Pero los reflejos también pueden mostrarnos lo positivo y grande en nosotros, no solo lo negativo y problemático, porque aquello que reconoces en otro (sea positivo o negativo), lo reconoces en ti. Esto quiere decir que el error que veo en otro, está en mi y del mismo modo, la valía y el potencial que veo, también está en mi.
Atrévete a mirar tu verdad en el reflejo que te muestran los demás.
Besos
Nidia