Cuento Espiritual: La Mujer De La Iglesia
Había una vez una mujer sumamente devota, que acudía a diario a la iglesia por las mañanas. En el trayecto a la iglesia se topaba constantemente con personas indigentes que le pedían ayuda o un poco de comida para pasar el día, sin embargo, ella iba tan concentrada en sus oraciones que pasaba de largo y ni si quiera los volteaba a ver.
En una ocasión después de haber dado el recorrido acostumbrado llegó a la iglesia, unos pocos minutos antes de que iniciara la misa. Entonces, se dio cuenta que la puerta estaba cerrada.
Empujó la puerta pero ésta no se abrió, la golpeó fuertemente para que alguien le abriera pero tampoco tuvo respuesta.
Acongojada por no poder entrar a la iglesia por primera vez en muchos años y sin saber qué hacer, levantó la mirada buscando una respuesta y justamente ahí frente a sus ojos había una nota clavada que decía: “la respuesta no está aquí adentro, está en el trayecto”.
Moraleja: la verdadera espiritualidad no se encuentra en un lugar determinado, la vida espiritual es algo que se construye y se vive día a día en nuestro actuar hacia nuestros semejantes.