LOS SUEÑOS SON LA META
Los sueños son la meta, la imaginación, el transporte. La realidad, el punto de partida.
No hacen falta ojos para ver más allá.
Basta con que cierres los párpados para que aparezcan tus ilusiones, tus esperanzas, tus motivos para luchar.
Lo importante está en ti, adentro, esperando que te animes a mostrarlo.
No te fijes en los demás. Haz lo que a ti te parece sin bajar la vista ante nadie.
Tu voluntad puede transformar tus lágrimas en sudor, tu desgano en sacrificio, tu duda en convicción, te permite pararte después de cada tropiezo y hace que tus problemas dejen de serlo.
Si no ves la fuerza que hay dentro ti, el que está ciego eres tú.
Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar si no nos concediera la posibilidad de ver realizados nuestros más grandes anhelos.
Dios conoce tus sueños. Invítalo a ser parte de ellos... ¡Será tu mejor decisión!
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