Hoy celebramos el nacimiento de Jesús. Con los dones del Adviento ya recibidos en su totalidad, me siento lleno de fe, paz, amor y gozo, los cuales han renovado mi conciencia de la presencia de Cristo en mí. Antes que mi día se vuelva ajetreado celebrando con familiares y amigos, tomo tiempo para sentir la promesa y el amor que este día me ofrece.
Recibo el verdadero regalo de Navidad al darme cuenta de que todas las personas son parte de la familia humana —amadas verdaderamente. Gracias al ejemplo de Jesús, sabemos que el reino de Dios, el reino del amor, mora en cada uno de nosotros. Hoy se nos recuerda apreciar la luz en cada persona. Es la luz de Cristo la que honramos y celebramos hoy, ¡y que llevamos en nosotros siempre!