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General: LA PALABRA DIARIA MES DE ENERO
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De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 05/01/2022 03:25 |
MI CONCIENCIA DE DIOS ME PROTEGE.
Cuando siento que el mundo es caótico o me da un poco de temor, pongo mi atención en el amor de Dios que es fuerte, ilimitado y permanente. La presencia y el poder de Dios nunca disminuyen debido a los eventos y circunstancias del mundo.
Me siento protegido cuando alineo mis pensamientos y sentimientos con esta verdad, cuando la llevo en mi corazón y siento su protección como una fortaleza que me escuda del peligro. Si regresan los pensamientos temerosos, recuerdo esta imagen de la fortaleza de Dios. Mi mente y mi cuerpo comienzan a tranquilizarse y un sentimiento de seguridad me envuelve como si fuera una cálida frazada.
Cada vez que me conecto con Dios, siento Su eterna protección.
¡Tú eres mi refugio! ¡Tú me libras de la angustia! ¡Tú me rodeas con cánticos de libertad!—Salmo 32:7
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LAS IDEAS DIVINAS ME HACEN PROSPERAR.
Cuando quiero tener una experiencia más plena de vida, pienso en todas las formas en que las ideas divinas me hacen prosperar. La prosperidad en sí es una idea divina, una seguridad plena, la fe de que todo lo que imagine o desee comienza en la Mente Divina y crece en mi conciencia antes de manifestarse en el mundo.
Decretar la idea divina de bienestar me puede llevar a sanar. La idea divina del amor me atrae a aquellas personas y situaciones que llenan mi corazón. La idea divina de la paz me mantiene centrado y calmado cuando las tormentas de la vida se arremolinan a mi alrededor.
Con Dios en el centro, las ideas divinas me hacen prosperar. Sé que soy un ser espiritual, y como tal, soy abundantemente bendecido.
Las riquezas y la honra me acompañan, las verdaderas riquezas y la justicia.—Proverbios 8:18
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CON GOZO DESCUBRO AL CRISTO EN TODAS PARTES.
La Epifanía celebra el día en que los Reyes Magos llegaron a Belén y ofrendaron sus regalos a Jesús recién nacido. Hoy recibo esos regalos de nuevo cuando centro mi corazón en Dios. Acepto el verdadero regalo de los Reyes Magos, que es dado a todos y que rememora la epifanía del Cristo en mí.
Al igual que los reyes magos, descubro gozoso mi divinidad en cada área de mi vida. Si los desafíos de salud persisten, descanso en la conciencia del Cristo en mí y toco su eterna presencia sanadora. Afirmo: Mi salud es vibrante y plena eternamente. Si me siento solo o retado por las circunstancias de la vida, me enfoco en el Cristo en mí y siento cómo la luz de Dios brilla sobre mí. Afirmo: Me elevo, brillo y sé que todo está verdaderamente bien.
¡Levántate, resplandece! ¡Tu luz ha llegado! ¡Ya la gloria del Señor brilla sobre ti!—Isaías 60:1
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HONRO A DIOS CUANDO CUIDO DE MÍ.
Puedo honrar a Dios de muchas maneras. Puedo servir, dar generosamente de mi tiempo y mis bienes y puedo ofrecer compasión a quienes sufren. Pero a veces me enfoco tan intensamente en lo que tengo para dar, que no me doy a mí mismo suficiente prioridad.
Mas todas las maneras en que me cuido, mediante el descanso, la nutrición, los ratos tranquilos con familiares y amigos, y haciendo cosas que amo— no son solo buenas para mi salud física y emocional, sino que también nutren mi vida espiritual. Mientras más me cuido, más cuenta me doy de mi naturaleza divina hermosa y plena y puedo ser más plenamente las manos y el corazón de Dios en el mundo. Renovado y revitalizado, reflejo la luz de Dios adonde quiera que voy.
¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?—1 Corintios 3:16
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MI FORTALEZA ES MI APOYO.
Cuando me siento abrumado, recuerdo que la fortaleza de Dios en mí me da lo necesario para superar la adversidad y prosperar. La fortaleza divina se puede manifestar de muchas maneras. Puede ser la agudeza mental que me da fuerzas para superar las dificultades con diligencia, paciencia y persistencia.
La fortaleza puede ser la templanza que me mantiene tranquilo y claro durante momentos turbulentos. Me ayuda a calmarme y a confiar en que siempre hay una respuesta, una manera que nos beneficia y bendice a todos. Mi fortaleza física me ayuda a lograr mi trabajo y mis diligencias cotidianas con facilidad. Cuando enfrento un desafío que requiera un poder y vigor extraordinarios, respeto mis límites, pero doy todo de mí. Sin importar el desafío, Dios es mi fortaleza y apoyo en todas sus formas.
Tú, Señor eres mi Dios y fortaleza.—Habacuc 3:19
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LA SABIDURÍA DIVINA ME AYUDA A DESCUBRIR MI SENDERO ESPIRITUAL ÚNICO.
Cuidar de mi vida espiritual me mantiene atento a los susurros de mi corazón y sintonizado con mi guía. Siento gratitud por los momentos en que puedo confiar en mi intuición para discernir el camino a seguir.
Mas a veces mi guía se siente lejana. En esos momentos, puede que busque ayuda de mis amigos más cercanos y consejeros. Puedo buscar el sabio consejo de mi ministro o pastor para que me anime a descubrir la sabiduría que está en las profundidades de mi propia conciencia. El, ella o ellos oran conmigo, escuchan con empatía y comparten mi alegría cuando mi sabiduría innata me guía por mi propio sendero espiritual. Estoy agradecido por quienes caminan conmigo.
Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho.—Juan 14:26
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