Los imanes atraen el metal. Cuando acercamos un magneto a varios objetos, sólo aquellos que tienen propiedades metálicas son atraídos. Los mismo pasa con mis pensamientos. Lo que quiera que piense atrae ideas y actitudes con propiedades similares.
El universo satisface abundantemente todas mis necesidades. Cuando mi mente y mi corazón están llenos de gratitud, atraigo el bien que deseo. Doy gracias a Dios por relaciones personales amorosas, por la renovación constante de mi mente y cuerpo, y por las maneras maravillosas cómo mis necesidades son satisfechas continuamente.
El gozo y la gratitud que comparto bendicen a todos a mi alrededor. Al apreciar mi bien, éste se expande.