Violenta tempestad estival
erguida en violentas ráfagas
de perpendicular metralla,
lluvia en el frenético aullar
de miles de bélicas gargantas,
cuánta conmoción tu iracundia
de centauros atmosféricos
galopando al despeñadero
de rayos truenos, hórrida lluvia,
catarata de ruidos inmensos!
Y así como el agua aguerrida
su furia de rotas saetas,
así mi corazón en vela
sacudiéndose de la misma
tempestad, como un alma en pena.