La vida ofrece muchas oportunidades de crecer, cambiar y elegir. Dios está presente a cada momento de mi vida como bondad, libertad, sabiduría, comprensión y todo lo que necesito para mi satisfacción.
Al tomar cualquier decisión o dirección, confío en la gracia divina. Vivo con calma y confianza y voy por mi camino en paz. Tengo la seguridad absoluta de que la gracia de Dios está igualmente presente en las vidas de las personas que son importantes para mí.
A medida que dicha gracia se manifiesta, doy gracias por cada oportunidad que viene a mí consciente de que cada una de ellas es un regalo de Dios. Estoy consciente de que la gracia me rodea y me sostiene siempre. ¡Qué manera tan poderosa de sentirme y de vivir!
De su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia.—Juan 1:16