Estabas ahí semi desnuda sirviendo un par de copas brindamos, tu copa la derramaste por tu cuerpo desnudo y me dispuse a probarlo poco a poco recorriendo centímetro a centímetro tu cuerpo.
Nos divertimos mucho, ya que nos abrimos a la pasión tan esperada... pude ver cómo gemias y al tocar tus labios ese movimiento de caderas, con ese par de piernas me atraias hacia ti gritándo: ya hazlo por favor... de pronto un gran silencio nos inundo terminando ambos en una explosión de placer.
Nos tomamos la última copa de vino y vi tu rostro tan lindo y hermoso, se veía tan satisfecha por lo vivido que con una bella sonrisa me despediste por el momento.