Paso a paso, día a día, tacto a tacto, te descubro, me iluminas, y te aprendo; sobre ti, lento crepúsculo, me extiendo, sobre mí trepa tu roce tibio, exacto.
Cubrirás huellas decrépitas que el viento indolente no ha borrado todavía; de tus dedos nacerá nueva armonía, y a mi aliento vendrá el soplo de tu aliento |