Todos somos aptos para ser felices, pero tenemos que poner un poco de nuestra parte. Hay que acostumbrar al espíritu a percibir todo lo positivo que hay en la vida.
Ser feliz a pesar de los embates de la vida, es nuestra misión más importante. Quien es feliz, irradia luz a todo el que le rodea...¿para que complicarse la vida con lágrimas o enojos cuándo podemos sonreír y ser felices?