TUS QUEJAS
Cada vez que te quejas de algo, ya sea en silencio
contigo mismo o compartiéndolo con alguien,
te atas más firmemente
aún a eso de lo que te lamentas.
Las quejas hacen que tu energía
se concentre en extender
en el tiempo aquello de lo que te estás quejando.
Hay un enfoque mucho
más efectivo; el de proponer
una alternativa positiva, y
dedicarse a ponerla en práctica
. Mientras que una queja sólo
refuerza lo que está mal,
una alternativa positiva comienza a modificar la
situación realmente para mejor.
Las quejas, debido a su naturaleza negativa,
tienen generalmente que ver con una actitud
de ponerte a la defensiva.
Alternativas positivas
en cambio, se asocian más naturalmente
con la cooperación y el reconocimiento.
La próxima vez que sientas la necesidad de quejarte,
detente y pregúntate
qué es lo que realmente deseas.
¿Deseas quejarte simplemente o
deseas hacer algo que pueda mejorar la situación?
La mayoría de las quejas
surgen de un genuino deseo de mejorar la situación,
pero la queja
por sí sola no suele resultar suficiente para ello.
Así que trasciende la queja
y utiliza esa energía para marcar
una verdadera diferencia positiva.
En lugar de agravar una
mala situación con tus quejas,
transfórmala con tus
pensamientos positivos,
tus ideas y tus acciones
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