CELEBRANDO EL NACIMIENTO DE NUESTRO REDENTOR.
Se acerca la navidad, y con ella una noche de celebración, de fiesta y alegría.
Esta nochebuena recibamos a JESÚS como merece, he aquí algunas ideas:
Pongamos a la entrada principal de nuestra casa, un letrero que diga: "Bienvenido a casa Jesús" (si damos la bienvenida a nuestros amigos ¿por qué al FESTEJADO no?).
En la mesa navideña, exactamente en la cabecera , pongamos un cubierto destinado a JESUCRISTO, después de todo, EL es el principal invitado.
A las 12 de la noche, nos situamos toda la familia al rededor del "nacimiento" o "pesebre", encendemos una veladora pequeña de luz blanca, al tiempo en que los más pequeños de la familia, colocan al "Niño Dios" en el pesebre. Dirigiendo este acto solemne, el padre o la cabeza principal de la familia, lee en voz alta el pasaje biblico del nacimiento de Jesús. Una vez colocado el Niño Dios y terminada la lectura bíblica, procedemos a orar, pidiendo a JESUCRISTO, renazca en el pesebre que hemos preparado en el corazón de cada uno de los presentes, y nos permita renacer con ÉL, a una vida plena de Su Amor Divino (es el momento de abrir nuestro corazón a ÉL, dejarlo entrar, y pedirle que permacezca por siempre ahí. Pidámosle armonía, y unión familiar, amor y paz espiritual para todos). Terminamos este rito cantando "Noche de paz" .
Pasamos a la mesa a disfrutar de deliciosas viandas, y poniendo antes de cenar la vela que hemos encendido, en el lugar destinado a JESÚS. Esta vela representa Su Luz, que iluminará y bendecirá nuestros corazones, nuestro hogar, nuestra familia, nuestras finanzas y nuestra vida.
Nadie puede sentarse en ese lugar, ni apagar la vela, dejaremos que se consuma, pues NUESTRO REDENTOR, estará radiándonos con Su Luz y presidirá la cena.
Como a todo "Cumpleañero" le cantamos "Las mañanitas" o "Feliz cumpleaños"...¡Y venga la cena y la alegría!!
Una vez terminada la cena, procedemos a abrir los regalos...todos menos los de JESÚS, EL vendrá a recogerlo después (cada miembro de la familia, comprará un regalo para EL NIÑO DIOS, algo simbólico, dependiendo de la economía, desde ropa, juguetes o simplemente dulces, acostumbremos a nuestros pequeños a reservar parte de su mesada para el regalo del NIÑO DIOS).
Posteriormente, JESÚS vendrá por sus regalos, tal vez revestido o representado en algún necesitado que tocará a nuestra puerta, o que encontraremos en la calle (se recomienda llevar consigo el regalo respectivo, siempre, hasta poderlo entregar).
Ahora sí, siga la fiesta, bailemos, cantemos, ríamos, abracémonos y deseémonos una feliz navidad ya que JESÚS reina en nosotros.
Feliz navidad para todos, queridos amigos de 60!
Con amor...
Flaquita
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