Cuando alguien ya no nos quiere...
En la vida te encontrarás con golpes fuertes que no se pueden evitar. Son cosas que nos dejan sin aliento, con un sabor de sal y lágrimas. En la vida sucede que no estamos solos y ante ello formamos cadenas de unión, no siempre con las personas acertadas, por el contrario, la equivocación nos lleva más de una vez a escribir en un cuaderno una frase del alma. Es un pedido del corazón de sentirse amado(a) por alguien. Más ese alguien, muchas veces se fue. Ya no está más.
Alguien ya no nos quiere...
Es cuando sentimos el dolor de ya no ser en su vida, cuando un abismo nos abraza fríamente en la soledad de una habitación.
Pero la vida continúa, todo a nuestro alrededor sigue su marcha tal como siempre y sin embargo, se nos hace un nudo en la garganta, una opresión que no nos abandona en ningún momento. Todo parece detenerse en el tiempo. Experimentamos la triste conversación con nosotros mismos.
¡Que difícil, Dios mío! decimos , ¿qué hacer para recuperar su atención, su amor? Y se nos ocurren tantas cosas... pero, ¿vale la pena realmente? Solo si contestamos a unas simples preguntas, objetivamente, sin compasión, ni miramientos de ninguna clase, entonces podemos estar cerca de sacar la mejor conclusión, aunque nos duela, pero al razonar, meditar y reflexionar, podremos decirle adiós desde el interior con menos sufrimiento y mayor fortaleza espiritual.
Piensa: tú eres una criatura del universo que vive, ama y siente como otras criaturas igual a ti. Tienes posibilidades de triunfar, tantas, como de fracasar, ¿verdad? si por un instante dejaras de ver y prestarle atención a la posibilidad de fracasar, entonces comenzarías vislumbrar el triunfo.
Los seres humanos son seres sociales, todos tienen un punto que los enraíza y los fija en una posición dentro del esquema social y universal. El mundo por todos observados es similar en todos los casos. Vemos y percibimos el mundo tal como lo hace otro ser humano, sea que resida en la China como en América, en Europa como en Asia. Todos perciben el mundo a través de los sentidos que han sido educados para percibir de una forma y no de otra. Aquella persona que modifica su visión y percepción del mundo, comienza a ver otras realidades.