YO PENSE
que me amaba; lo indicaban
sus palabras de sedas y disparos,
su mirada agradable,
la exquisita destreza de sus manos,
fluyendo amor del fondo del espíritu,
y en la sima del sexo descargando.
Yo pensé que me amaba; ni el recelo
ceñía en torno a mí su amargo abrazo,
ni el ensueño admitía incertidumbres,
primavera de cielo opaco.
Y ahora sé, más que nunca,
era sólida fe esculpida en mármol.
Dos convicciones, dos, evidencias,
hasta rasgar la noche hostil relámpago.
La certeza en mí mismo
no se resquebrajó, fue como antaño.
Los golpes no amortajan los amores,
.
Pero su amor… , que yo juzgué tan firme,
a prueba de silencios y retrazos,
era un espejo de mi propia mente,
un reflejo no más de mi arrebato.
En el proyecté mis abundancias,
lleno el suyo, si lleno era mi cántaro,
penetrante, si el mío apasionado.
Mas sólo conocía mis acordes,
mientras era su ritmo imaginario.
Lo que fue mi castillo aún está erguido,
Soy el amor que galopó la estepa,
y aunque hoy camina, avanza paso a paso
**********tiern@***********