EL MISTERIO DEL RELOJ CHECADOR
Esto me ocurrió cuando me encontraba trabajando en Sears Insurgentes.
En ocasiones me tocaba entrar a trabajar durante toda la semana a las 10:00 de la mañana, para salir a las 6:00 de la tarde, (ese era el horario temprano) la siguiente semana, me tocaba entrar (tarde), esto era de 11:00 de la mañana para cerrar a las 7:00 de la noche, salvo miércoles y sábados, en los que entraba a las 12:00 del día para cerrar a las 8:00 de la noche, siempre con una hora para comer.
La entrada de empleados era por la calle de San Luis Potosí, y había que entrar por un pasillo y pasar al módulo de policía en donde dejábamos a guardar nuestras bolsas, paraguas, suéteres o abrigos y solamente sacábamos nuestros monederos, cigarros y cerillos, que era los únicos artículos personales que podíamos meter al almacén.
Hecho esto, bajábamos dos o tres escalones, y llegábamos a un pasillo que quedaba un poco más bajo que el nivel de la calle.
De cada lado del pasillo había dos o tres relojes checadores, a intervalos con tarjeteros de donde todos tomábamos nuestras tarjetas para registrar las horas de entrada y de salida del trabajo.
El reloj en el que yo checaba mi tarjeta, quedaba en la pared de enfrente, según como estaba la entrada y estaba entre dos tarjeteros........ Todos los días era lo mismo, había que checar la hora de entrada en la mañana, la salida a comer, la entrada después de la comida y la salida en la tarde o en la noche......... Lo que resultaba muy molesto, siempre andar corriendo para llegar a tiempo.
Una noche, soñé que cansada de aquél reloj checador, me quedaba escondida en la tienda a la hora de la salida, esperando a que apagaran las luces y cerraran las puertas.
Una vez que todos hubieron salido, la tienda estaba a obscuras y solamente quedaban los veladores....... Salí de mi escondite y me dirigí al pasillo en donde estaban los tarjeteros y los relojes checadores...... Un policía me alcanzó a ver y me gritó........ Corrí antes de que me detuviera y arranqué el reloj en el que yo siempre checaba, me lo puse bajo el brazo, y comencé a buscar alguna puerta que no estuviera cerrada para poder salir.
El policía me iba siguiendo y gritando que me detuviera y que regresara aquél reloj a su lugar.
Comencé a correr de puerta en puerta de la tienda, tratando de abrir alguna para poder salir a la calle...... hasta que por fin se abrió una que estaba en la esquina de Insurgentes y Querétaro.
Salí corriendo a la calle, siempre con el reloj checador bajo el brazo y el policía corriendo atrás de mí, sonando su silbado y gritándome que me detuviera.
Nunca me detuve, seguí corriendo sobre la avenida de los Insurgentes, hasta llegar al puente del viaducto...... sólo recuerdo que me asomé para abajo......... Allí acabó mi sueño.
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A la mañana siguiente, como siempre, llegué corriendo, dejé mi bolsa en el mostrador de los policías, me dieron mi contraseña y terminé de bajar corriendo los tres escalones que me faltaban para llegar al pasillo en donde estaban los tarjeteros y los checadores......... Con las prisas, vi solamente el tarjetero, de donde saqué mi tarjeta, y al darme la vuelta para insertarla en el checador........ Me quedé petrificada........ Faltaba precisamente el reloj que yo me había robado en sueños la noche anterior...... Solamente estaban los cables pelones salidos de la pared.
¿Qué pasó allí?. Nunca lo supe, lo que sí sé, es que cuando me llegaba a cruzar con el policía que me había correteado en mi sueño hasta la calle para quitarme el reloj que me había robado, me clavaba fuertemente la mirada........ Nunca me dijo nada al respecto, pero siempre me clavaba la mirada, ni yo le pregunté nada..... ¡¡¡Sentía pavor de la respuesta que pudiera darme!!!......... Aún estuve 5 meses más trabajando en aquél almacén, y jamás, ni aún dos años más tarde en que pasé por allí porque fui de compras, volvió a haber un reloj checador en ese lugar, siempre permanecieron los cables sueltos saliendo de la pared.